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Daniel Luis Gómez, en una de las actividades organizadas por la asociación de vecinos de Puente Ladrillo. ALMEIDA
Daniel Luis, un salmantino comprometido con su barrio: «Se necesitan más jóvenes en las asociaciones de vecinos»
EN MI BARRIO

Daniel Luis, un salmantino comprometido con su barrio: «Se necesitan más jóvenes en las asociaciones de vecinos»

A sus 25 años, muestra una pasión incalculable por ser integrante de la asociación vecinal del barrio de Puente Ladrillo, donde potencia las actividades entre los vecinos

Viernes, 23 de agosto 2024, 11:50

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Daniel Luis Gómez es un joven de 25 años que participa de manera activa en la asociación de vecinos del barrio de Puente Ladrillo y en el Consejo Social de El Rollo. El salmantino dedica su tiempo libre a potenciar las actividades entre vecinos, un conjunto de iniciativas en las que considera fundamental recuperar la participación juvenil.

¿Qué le ha llevado a implicarse en la organización de las actividades en su barrio?

—Desde pequeño, he participado en algunas actividades del barrio. Incluso participé en el itinerario para la participación juvenil 'Creando futuro'. Sin embargo, mi verdadera implicación comenzó cuando, como pedagogo, realicé los servicios sociales en mi barrio. En ese momento, descubrí las distintas asociaciones que había, como la de mayores, la del pueblo gitano y la de vecinos. Ahí me di cuenta de que había muchas formas de ayudar más.

En las dos asociaciones que colabora, ¿qué actividades contribuye a organizar?

—Desde la asociación de vecinos, nos encargamos de gestionar todas las necesidades del barrio. Escuchamos a los vecinos e intentamos que se le dé respuesta a sus inquietudes. Además, realizamos todo tipo de actividades. Las fiestas son de las propuestas que tienen mejor acogida entre los vecinos y en las que más invitamos a participar. También organizamos las semanas culturales o la decoración del barrio en navidad que se realiza con adornos reciclados. En el Consejo Social de El Rollo, somos un conjunto de asociaciones que nos apoyamos entre nosotros para llevar adelante distintas iniciativas, como, por ejemplo, el carnaval de El Rollo.

¿Requiere mucho trabajo contribuir con estas organizaciones?, ¿qué lo impulsa a hacerlo?

—En las asociaciones de vecinos, se hace mucho trabajo que la gente no ve. Cada semana y cada época del año es diferente. Cuando salen las subvenciones, hay que hacerlas y eso lleva mucho tiempo porque es algo muy burocrático. Con las fiestas y otras actividades, hay que estar pendiente de que todo esté bien coordinado. Además, tienes sentarte con los vecinos y escuchar sus necesidades. Es un tiempo que tienes que sacar de tus ratos libres. Sin embargo, es una labor gratificante porque la mayoría de las personas lo valoran. A mí me gustaría dedicarle incluso más tiempo.

¿Considera que es necesaria una mayor implicación de los jóvenes en los barrios?

—Sí. Falta mucha gente joven ayudando a organizar las actividades de los barrios. Actualmente, muchas asociaciones de vecinos parecen asociaciones de mayores porque no se ve ni un rostro joven. Hace falta relevo generacional porque los intereses que tenemos los jóvenes son distintos y, si no nos involucramos, es difícil que desde las asociaciones los entiendan. Lo suyo es que las organizaciones vecinales sean todas intergeneracionales para poder mirar así por los intereses de todas las personas del barrio. Mientras más representados estemos, mejor.

¿Hay alguna actividad frente a la que los jóvenes respondan con mayor entusiasmo?

—Las fiestas son el momento en el que más coincide gente de todas las edades en el barrio y los jóvenes responden bastante bien a ellas. Lo mismo ocurre con las jornadas para la decoración navideña. También, tenemos distintos talleres como yoga, flamenco o guitarra que son apuestas para atraer a los más jóvenes. Sin embargo, sigue faltando que los menores de 30 años se impliquen más, tanto en participar en las actividades como en contarnos sus necesidades.

¿A qué cree que se debe la falta de interés de los más jóvenes?

—En parte, es por desconocimiento. Muchas personas no saben como colaborar o que hacen las asociaciones de vecinos y por eso no sienten interés por involucrarse. Pero también se debe a que cada vez somos más individualistas. Quizás, porque las necesidades de los barrios se han ido supliendo. Antes, tal vez la gente se veía más implicada porque el barrio tenía necesidades mayores y había que organizarse para lograr una mejoría. Ahora, lo tenemos más fácil y no nos vemos en la necesidad de participar. Además, cada vez hacemos menos vida en los barrios. El día a día lo hacemos en la zona en la que trabajamos y cuando queremos salir tiramos para el centro. Al final, los barrios se han convertido como en barrios dormitorio en los que vamos a dormir y ya. Hemos dejado de relacionarnos con nuestros vecinos, sobre todo después de la pandemia.

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