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Jueves, 15 de abril 2021, 00:55
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El Ramadán es una de las citas ineludibles para la comunidad musulmana. Sin embargo, la covid no entiende de religiones y está poniendo muchas trabas al Islam, así como al resto de confesiones religiosas -no se pueden olvidar las limitaciones de aforo en las iglesias durante los últimos meses-. Así se refleja en la celebración del mes del Ramadán, que dio comienzo este martes y se prolongará hasta el 12 de mayo, y al que están llamados los casi 3.500 musulmanes que se contabilizan en la provincia de Salamanca, de acuerdo a los datos de los que dispone el presidente de la Comunidad Islámica de Salamanca, Ahmed Lazrek.
Lavado de manos -una costumbre que ya realizaban antes de la pandemia-, mascarilla puesta, cada uno con su alfombra propia llevada desde casa y la distancia pertinente. Este es el nuevo protocolo con el que los musulmanes de Salamanca celebran esta tradición con la que se conmemora la revelación de los primeros versos del Corán por parte de Alá a Mahoma. Y con los rezos ya comenzados en la mezquita de la capital, situada en el barrio de Garrido, la jornada transcurre con relativa normalidad pero con un ojo puesto en el reloj porque, según confirma Lazrek, el toque de queda de las 22:00 horas les ha obligado a suspender la última oración programada para las 22:15. Esta es la que tienen que hacer en su propio domicilio. “Es algo duro para nosotros”, reconoce el propio Lazrek en alusión a las restricciones, que por segunda edición consecutiva, les obliga a alterar la celebración tradicional del Ramadán.
Pero si el de este año va a ser atípico, más lo fue el de 2020. Por aquel entonces, la comunidad musulmana en Salamanca no pudo juntarse en la mezquita de Garrido como era habitual en ediciones anteriores, ya que permaneció cerrada desde el comienzo de la pandemia y prefirieron abstenerse de realizar cualquier tipo de encuentro. Tampoco se celebró la tradicional ‘fiesta del desayuno’ (Aid el Fitr), que supone el fin de un mes de ayuno, en el que deben abstenerse de comer, beber y tener relaciones sexuales desde el alba a la puesta de sol. Todo ello lo realizaron de una forma mucho más íntima a lo que están acostumbrados: en sus propios domicilios.
El Aid el-Fitr o ‘fiesta del desayuno’ es la festividad que pone fin al mes de Ramadán con un almuerzo colectivo que es sinónimo de diversión y fiesta. El año pasado no se pudo celebrar, ya que coincidió con los peores momentos de la primera ola -finales de abril-, y en este todavía está en el aire. “Tenemos que valorar cómo están las restricciones en cuanto al tema de aforos dentro de un mes”, explica el presidente de la Comunidad Islámica de Salamanca, Ahmed Lazrek.
El Ramadán contempla cinco oraciones obligatorias: ‘fajr’, también conocida como oración del alba; ‘dhuh’, los rezos del mediodía; ‘asr’, durante la tarde; ‘maghrib’, la oración de la puesta del sol e ‘isha’, la de la noche.
3.549 es el número de musulmanes en Salamanca a finales de 2019, según el último informe de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). Esta cifra supone el 1,08% de los habitantes totales de la provincia -328.781 en el INE de julio de 2020-.
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