El arte más joven y actual llega a La Salina repleto de ilusión y valentía
La sala de exposiciones de la Diputación acoge hasta el 30 de noviembre las obras premiadas y seleccionadas en el XXVIII Certamen de Pintura «Jóvenes Pintores» de la Fundación GACETA
La sala de exposiciones La Salina, dependiente de la Diputación de Salamanca, acoge hasta el 30 de noviembre las obras premiadas y seleccionadas en el XXVIII Certamen de Pintura «Jóvenes Pintores» de la Fundación GACETA, una ventana abierta de par en par a la creatividad más actual, fresca y sugerente de los jóvenes artistas y un auténtico trampolín para hacer de los artistas noveles un referente en el panorama creativo contemporáneo. Y es que después de casi tres décadas de vida, este certamen de pintura puede presumir de haberse convertido en una cita obligada para esos artistas que buscan hacerse un hueco en el complejo panorama pictórico del momento.
Y todo ello de la mano de la Fundación GACETA, entidad muy comprometida con la cultura y con la promoción del arte, porque, como subraya el director de LA GACETA, Julián Ballestero, en la presentación de la muestra, «este encuentro nos recuerda por qué merece la pena apostar por el arte, la imaginación y el talento de quienes están empezando a dejar su huella en el mundo creativo», para quien el arte «es una fuente inagotable de creatividad, de diálogo y de esperanza».
Fiel reflejo de la diversidad que caracteriza la creación plástica actual y espacio en el que conviven estilos, formatos y técnicas muy dispares, la muestra que aterriza en La Salina viene a mostrar el ideal que comparten todos los artistas seleccionados: «la pasión y el compromiso» por la creación plástica, subraya Julián Ballestero, quien agradece a los artistas su «entusiasmo, confianza y atrevimiento», y a la Diputación de Salamanca por su «generosidad» por ceder esta sala y por «creer en el valor del arte joven», apostilla.
Y es que el compromiso de la institución provincial con este certamen, todo un clásico en Salamanca, es firme y sólido. «Por eso, celebramos el talento, la creatividad y la ilusión de los jóvenes artistas que dan vida a este certamen», subraya el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, para quien esta exposición se convierte en «un homenaje a la juventud creadora, a esa nueva generación de artistas que con vuestra mirada fresca y valiente aportáis nuevas formas de entender el arte y nos invitáis a descubrir otros lenguajes y sensibilidades».
Agradecido a la Fundación GACETA por su compromiso «continuado e inquebrantable» por el arte y la juventud, Iglesias reconoce, a tenor de esta muestra, que el arte joven «goza de una salud excelente» y anima a otras entidades a seguir este mismo camino, «porque la cultura es el motor de desarrollo para ser más críticos y más libres», concluye.
Compromiso que vuelve a mostrar también el jurado -integrado por Fernando Fernández de Trocóniz, Fernando Población, Adora Calvo y María Jesús Díez- a la hora de seleccionar las obras que integran esta muestra, «en las que hay mucho arte y oficio, y también muchas lecturas», subraya Díez, consciente de que la vida de un artista es «una carrera de fondo y una invitación a seguir en todo momento», concluye.
El valenciano Manuel Monterrubio ha sido el ganador del XXVIII Certamen de Pintura «Jóvenes Pintores» de la Fundación GACETA con la obra «The ghost of love», una especia de juego melancólico entre la belleza y el misterio. El galardón lleva aparejado un premio en metálico de 6.000 euros y la organización de una exposición individual. El segundo premio, dotado con 3.000 euros, ha recaído en el también valenciano Miquel Ponce, con su obra «Corte A», una abstracción conceptual que invita a la reflexión sobre la sociedad de consumo. Y el tercer premio, dotado con 2.000 euros, recae en la donostiarra Ane Mai HööK, con la obra «BRG!22», un estudio sobre el límite de la plástica, en este caso entre la fotografía y la pintura. Completan el listado de premiados, los dos accésit, dotados con 1.000 euros cada, que se han llevado la madrileña Cecilia Sebastián de Erice, con la obra «The Other One», y el ucraniano, formado en Salamanca, Bogdan Chaivovskyi, con la pieza «Ecce Homo para un culto sin dioses», Junto a estas cinco piezas premiadas, otras dieciséis obras completan la exposición.