25 fotos
Secciones
Destacamos
25 fotos
El sonido de diez campanadas rompió la noche de este sábado el silencio de la noche a las puertas de la Iglesia de San Martín para cerrar el Sábado de Pasión. Instantes después de las diez de la noche, el Cristo de la ... Humildad de la Hermandad Franciscana, realizado por Fernando Mayoral, se abrió paso por la calle Quintana para comenzar un recorrido marcado por la sobriedad.
Antes de iniciar el recorrido, la hermandad anunciaba su fin fundacional y que a los hermanos se sumaban más de un centenar de comunidades franciscanas de clausura de España e Iberoamérica en cadena de oración. En esta ocasión, el alegato por la paz trasladó la necesidad de ayudar a los cristianos de Tierra Santa y de esas zonas en las que sufren indefensión y desamparo a causa de su fe, su fin fundacional, y una proclama para pedir el fin de la guerra tras el conflicto de Gaza.
Como único acompañamiento, dos tambores destemplados, que marcaron el caminar de los hermanos, y la Schola Gregoriana Gaudete de Zamora. Un camino singular que evocó a los fieles y devotos presentes a ese camino de Jesucristo hacia el calvario de la cruz.
La solemnidad de la noche, y cerca de un centenar de hermanos en la calle, arroparon ayer a la talla del Cristo de la Humildad durante su recorrido procesional. Una cita que congregó a un elevado número de fieles y devotos a lo largo de todo su itinerario. Como cruz de guía, la hermandad abanderó el Cristo de la Fraternidad Franciscana del escultor zamorano Ricardo Flecha y con la versión que realizó Paloma Pájaro del Cristo de San Damián.
La hermandad celebró su cuarto recorrido desde su debut en el año 2018. Asimismo, Francisco Javier Blázquez se estrenó como hermano mayor en su primera salida procesional al frente de la Hermandad Franciscana, recogiendo la herencia de Ferreira Cunquero, el anterior hermano mayor.
La talla recorrió las calles céntricas de la ciudad en una marcha penitencial que duró aproximadamente un par de horas con dos actos fundamentales. El Patio Chico fue el escenario del momento cumbre de la marcha procesional con la intervención de la Schola Musical Gregoriana Gaudete de Zamora. Sus voces entonaron cantos gregorianos a capella que rompieron el silencio e hicieron sentir a los asistentes los acordes de la esperanza. El segundo momento impactante del recorrido fue en el convento de monjas franciscanas de la Madre de Dios, en la plaza de San Benito. El rostro del Cristo de la Humildad se fue adentrando en la noche, iluminado por la luz de los tradicionales hachones que portaron los hermanos. Los fieles y devotos respetaron el silencio exigido por la hermandad al inicio de la procesión durante toda la marcha.
El recorrido lo hicieron vestidos con túnicas de color marrón -al igual que la capucha con la longitud necesaria para cubrir el rostro- y tejidas en lana, inspiradas en el hábito original de la Orden Franciscana, con sandalias sencillas de cuero cerradas y de color marrón. El Cristo de la Humildad cruzó a media noche las puertas de la Iglesia de San Martín dejando atrás otro Sábado de Pasión.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.