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Microchips, uno de los primeros artículos electrónicos que comenzó a escasear ALMEIDA
Amenaza a las empresas salmantinas por el volátil mercado de los componentes electrónicos

Amenaza a las empresas salmantinas por el volátil mercado de los componentes electrónicos

A la crisis de suministro de los microchips se suma la escasez y el encarecimiento de otros artículos, como el cableado

M.D

Martes, 23 de agosto 2022, 23:00

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La tormenta en el mercado de los componentes electrónicos y eléctricos continúa e incluso se agrava. Los problemas de suministro han provocado una alta volatilidad de los precios, deriva que preocupa a las empresas, cuyo ritmo de trabajo se ha visto afectado por completo, a lo que se suma un mayor coste.

La situación se ha agudizado durante el verano, aunque la esperanza reside en que en otoño los problemas comiencen a solucionarse. Existen, no obstante, nuevas amenazas que pueden alterar de nuevo el mercado. Un posible bloqueo de China a Taiwan, el mayor productor de microchips, sería un duro golpe para el sector.

Precisamente los microchips fueron de los primeros componentes electrónico que comenzaron a echarse en falta. Ha transcurrido más de un año desde que comenzaran las dificultades y la situación no ha mejorado. Tras pasar lo peor de la pandemia, la demanda internacional de estos componentes se disparó.

Las fábricas se concentran en Asia, donde muchas han estado paradas o trabajando a un ritmo inferior al habitual por la covid, a lo que se sumó el incendio de las instalaciones de uno de los mayores proveedores chinos. Dificultades a las que se han añadido la falta de contenedores y buques con los que transportarlos a Europa.

La información que llega a Salamanca es que los problemas en la fabricación parecen haber disminuido, pero el embudo se continúa en el transporte. Hay pocos contenedores disponibles para el transporte marítimo y su precio se ha disparado. Si antes se podía alquilar uno por 3.000 euros, ahora se encuentran por encima de los 9.000, lo que conlleva un notable aumento de los microchips.

La situación ha obligado a empresas salmantinas a introducir cambios en su método de trabajo y en la propia organización. Juan Manuel Rincón, de la empresa Hermanos Julián M, dedicada a la fabricación de radiadores y otros artículos relacionados con la calefacción, confirma que han modificado su sistema de producción. “Varios de nuestros artículos utilizan una tarjeta electrónica, que a la vez lleva microchips. Estamos teniendo tantos problemas de suministro que hemos tenido que centrarnos en incrementar la producción de los artículos que no necesitan esta tarjeta”, confirma.

Las dificultades de suministro llegan en un pico de pedidos, ya que el invierno se acerca y la empresa ha registrado un aumento de peticiones, sobre todo de estufas que funcionan con butano. “Lo que antes te servían en tres meses, ahora tardan un año”, señala Juan Manuel Rincón, que denuncia también el incremento de costes. “Las tarjetas electrónicas han subido un 14% solo por los microchips. Los fletes de contenedores han subido mucho y el encarecimiento del dólar frente al euro tampoco ayuda”, señala.

Otros componentes afectados

La escasez de los microchips es de lo que más se ha hablado, pero no es el único objeto que falta. Antonio Revilla, de Alcar, dedicada a la venta de artículos electrónicos, reconoce que la situación actual no la había vivido nunca. “En más de 30 años en el sector no había visto esto. Surgían crisis puntuales pero no el encarecimiento actual y que el mercado esté tan desestabilizado”, apunta.

Como prueba de que el mercado atraviesa momentos complicados, Antonio Revilla pone de ejemplo los cables de cobres. “Si el pedido es muy grande, los precios que te dan los distribuidores solo duran 48 horas, cuando antes incluso tenían vigencia varios meses”, indica. La volatilidad del precio del cobre, que cambia diariamente, implica que nadie se atreva a acumular stock, lo que a su vez implica que se tarda más en recibir pedidos. También hay carencia de componentes que se utilizan en la industria del espectáculo.

La reposición de mercancía ha sido escasa durante el verano y en algunos artículos incluso desde primavera. Antonio Revilla señala que hasta septiembre no se prevé que entren pedidos importantes y que la situación mejore.

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