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La decisión del Ministerio del Interior de paralizar la implantación del nuevo registro de viajeros que tanta polémica ha generado en el sector ha sido recibida con alivio por los hosteleros salmantinos.
El Gobierno trasladó al sector turístico el pasado viernes que no exigirá ningún dato más de los que constan en los anexos del Real Decreto 933/202. Estaba previsto, tal y como defendió el ministro Marlaska, que a partir del mes de diciembre se empezarán a pedir más de 40 datos personales a los viajeros en el momento del registro en un establecimiento hotelero.
Los afectados de esta normativa, que el ministerio pretende poner en marcha más adelante, además son los hoteles, hostales, campings, alojamientos de particulares y zonas de estacionamiento de caravanas. En el caso de los hoteles, se iban a ver obligados a registrar 43 datos de los pasajeros, entre los que se incluyen el correo electrónico, nacionalidad, DNI, relaciones de parentesco en el caso de que haya menores y datos de la transacción bancaria. Marlaska defendió que la implantación de la nueva normativa se da por «la necesidad de la seguridad del conjunto de los ciudadanos» y los propietarios y trabajadores de los hoteles salmantinos han mostrado su oposición frontal a estas medidas. El presidente de la Asociación de Hostelería, Jorge Moro, manifestaba ayer que «menos mal que se ha parado este disparate». Alertaba de la gravedad de implantar algo así:«Nos dicen que es por cuestión de seguridad, pero dudamos mucho que los delincuentes vayan a hospedarse en un establecimiento en el que tienen que identificarse». De la misma manera agradecía «que Marlaska haya reculado, porque se podrían llegar a vulnerar algunos derechos como la intimidad y otros que van en contra de la ley de protección de datos».
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