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Lunes, 30 de octubre 2023, 06:45
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El extenso informe de 770 páginas realizado por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, hace referencia a los casos registrados en las diócesis de Salamanca y Ciudad Rodrigo, pero también hace diferentes reflexiones a lo largo del documento con las que se informa las diferentes formas de afrontar la situación de la Iglesia Católica.
En el anexo, se reflejan 19 localizaciones en Salamanca (colegios, parroquias, campamentos, casas de acogida, seminarios...) donde se produjeron casos de abusos durante las últimas décadas, de los que las diócesis que preside José Luis Retana informó de seis. Los otros trece parten de las denuncias realizadas por el periódico 'El País' o personas que han sido entrevistadas directamente por la Unidad de Atención a las Víctimas. ¿Esto significa que se han producido 19 casos de abusos en la provincia de Salamanca? No, necesariamente. Gabilondo aclara que la cifra puede ser mucho mayor ya que en algunos casos en un mismo punto se pudieron producir varias agresiones con múltiples víctimas. Es el caso de un religioso agustino, tutor académico en el colegio de los Agustinos de Salamanca, que fue condenado a una pena de multa por un delito continuado de abusos sexuales a diez alumnos del colegio a principios de los años 90.
La inmensa mayoría de los casos ya ha prescrito en el tiempo transcurrido desde la comisión del delito, aunque las víctimas quieren que se les reconozca con un gesto de perdón por parte de los abusadores y, sobre todo, de las órdenes o el Obispado que les representaba.
El informe del exministro de Educación califica de «pionera» la labor realizada por la víctima salmantina Javier Paz Ledesma tras haber sido víctima de forma repetida desde los años 1982 a 1992. En su caso denunció que la Iglesia católica le hubiese ofrecido dinero a cambio del silencio y divulgó su caso, pese a que ya había prescrito civil y canónicamente. Presentó su caso ante los tribunales como un gesto simbólico y se considera por parte del Defensor del Pueblo como uno de los casos que supuso un antes y un después.
El detallismo del Defensor del Pueblo también 'abronca' a las diócesis que no han hecho su trabajo con exactitud. En concreto, a Salamanca se le achaca que tuvo que esperar a una segunda respuesta para obtener los datos que se solicitaban y se le reprocha no haber hecho una labor de búsqueda en su archivo.
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