'Carrasco entre Amigos' homenajea al fallecido Gonzalo Sendín con una estrella Michelin

La versatilidad y la maravillosa textura del ibérico de “raza propia” Carrasco volvió a protagonizar este jueves la segunda parte de la VI Cita Gastronómica “Carrasco entre Amigos”. En esta ocasión de la mano de uno de los chefs autodidactas y precursores de la gastronomía castellanoyleonesa, cuidada y defensora de la calidad.Se trata de Pedro Mario Pérez, que junto con su hermano Óscar regenta El Ermitaño en Benavente, restaurante distinguido con una estrella Michelin. Medio centenar de comensales participó en la cita que se convirtió en un homenaje indirecto al hostelero salmantino Gonzalo Sendín Hernández, recientemente desaparecido y que durante décadas fue un referente de la hostelería salmantina. No en vano, las jornadas siempre se han celebrado en su casa, el Mesón de Gonzalo, y en esta ocasión especialmente.La de este jueves fue además una gran oportunidad para disfrutar del sabor de los productos Carrasco, en un encuentro en el que el reconocido cocinero aportó valor añadido al ibérico, distinguiendo su intensidad y su valor como materia prima en la cocina.“Son piezas que siempre tienen cabida en nuestra carta porque estamos en tierra de ibéricos”, aseguró el cocinero. Exhibió su conocimiento y destreza para elaborar platos tan sorprendentes como el tataki de presa ibérica Carrasco, el tartar de solomillo ibérico, el morro, la pluma al humo de sarmiento con boletus y el helado de manteca de papada ibérica, acompañado por un trampantojo formado por nueces, miel y queso, productos apetecibles desde tiempos memorables puestos en el plato a través de una cocina visual y muy atractiva, sin olvidar el aspecto tradicional. Un menú que arrancó con la degustación del jamón ibérico de bellota Carrasco. Un jamón con características organolécticas muy personales, con un color rojo cereza intenso, bajo punto de sal y un toque dulzón que definen a la firma.Para garantizar el rotundo éxito de la cita, Pedro Mario llevó a la cocina del Mesón de Gonzalo a sus “dos manos derechas” en El Ermitaño, sus ayudantes José Luis Santos y Noé Domínguez, tan amantes como él del ibérico y especialmente de la marca Carrasco, garantía de calidad y de ejecución un proceso muy cuidado de elaboración. “Al equipo nos gustan todas las partes del cerdo. Como dice el refrán hasta los andares. La casquería nos vuelve locos, pero también las partes nobles”, aseguró Pedro Mario, ferviente defensor del ibérico, al que sabe sacar todo su potencial. Este jueves demostró que ibéricos Carrasco marida perfectamente con la cocina tradicional de El Ermitaño, como destacó Atanasio Carrasco, cuarta generación de Carrasco Guijuelo, que expresó su satisfacción por el éxito de la segunda parte del encuentro anual, al igual que Gonzalo Sendín Tavera, gerente del Mesón de Gonzalo.El Hospital reduce sus listas de espera para consultas casi un 8%La rabieta del sintecho que prendió fuego a un coche en un parking le puede costar 6 años de cárcelMulta de 300 euros por hacer flexiones en medio de la carretera en Gran Vía