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Miércoles, 4 de abril 2018, 11:43
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Salamanca encara la época clave para el mercado laboral. A la vista de lo ocurrido en los últimos años, a partir de febrero y en especial los meses de abril, mayo y junio, se convierten en el motor de creación de puestos de trabajo en la provincia. Por lo tanto, el objetivo de la primavera y el inicio del verano es igualar o quedarse cerca de las cifras del año pasado, en el que el paro cayó en más de 3.500 personas.Primero la crisis y después la aplicación de reformas y la recuperación económica han marcado el ritmo de creación y destrucción del empleo en Salamanca de los últimos años. Febrero se ha convertido en el mes en el que comienzan los descensos, aunque marzo suele registrar bajadas de mayor consideración. Sin embargo, los meses clave son abril, mayo y junio, ya que es en ellos donde más se concentra la contratación de la campaña de verano: hostelería, construcción y la incorporación de sustitutos para cubrir vacaciones estivales.El impacto de este tramo del año ha sido clave para que la provincia vaya poco a poco disminuyendo el número de desempleados en Salamanca. En 2012, por ejemplo, la época fuerte de contratación fue de mayo a julio y permitió que el paro descendiera en 2.100 personas. En 2013 fueron 3.500 gracias a que los tiempos de bonanza se extendieron desde marzo a agosto. Con el crecimiento económico ya consolidado, en 2014 la bajada del desempleo alcanzó las 4.200 personas entre febrero y agosto, mientras que en 2015 llego a las 4.900 desde febrero a julio. En 2016 el impacto se atenuó, hasta los 3.900, mientras que en 2017 superó los 3.600 entre febrero y junio.
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