Borrar
Víctor Manuel Blázquez García, director de la Escuela de Macotera. J.H.
Víctor Blázquez, director musical y maestro: “La música tradicional se nutre sobre todo del impulso que se le da a los pueblos”

Víctor Blázquez, director musical y maestro: “La música tradicional se nutre sobre todo del impulso que se le da a los pueblos”

Sábado, 14 de enero 2023, 20:32

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde hace 13 años, la Escuela de Música de Macotera imparte formación

Víctor Manuel Blázquez es el director de la Escuela de Dulzaina y Percusión Tradicional de Macotera, además fundador e impulsor de la misma. Este espacio de música enclavado en el medio rural es toda una revolución en la comarca de Peñaranda de Bracamonte e incluso en otras localidades de la provincia y de otras colindantes no tan cercanas. A ella acuden medio centenar de alumnos y estos, a su vez, hacen posible que en muchos pueblos se mantengan vivas muchas tradiciones que sin su música no serían lo mismo.

¿Se considera un virtuoso?

—Me considero músico, con ciertas cualidades y una actitud. Hay gente que tiene mucha facilidad, yo tengo facilidad, pero sobre todo esto se consigue a base de trabajo y estudio. Luego, los genios son personas como Mozart, Bach o Vivaldi.

¿Por qué decidió dedicar sus cualidades musicales al medio rural?

—La vida te va llevando. Al final creces también con la gente y los alumnos que te van rodeando y de los que vas aprendiendo. Muchas veces lo que enseñas te lo devuelven multiplicado por cien. Tener cualidades ayuda, quien tiene unas cualidades lo tiene más fácil, pero se consigue más con trabajo y constancia. Eso me lo ha demostrado la propia vida.

La vida da lecciones.

—También se aprende muchísimo de compartir, en este caso música, porque siempre hay alguien que hace algo que te hace aprender. Para aprender música se requiere de clases individuales pero también en las clases grupales se aprende muchísimo. Al final esta escuela funciona porque se le dedican miles de horas.

También llevará mucho tiempo organizar los conciertos...

—Cuando ofrecemos un concierto lo tomamos muy en serio, en el sentido de que queremos disfrutarlo y a la vez hacer un trabajo interesante.

¿Cómo hacen para organizar esos conciertos de hasta 30 músicos?

—Buscamos que haya complicidad entre los músicos, pero eso se tiene que conseguir con mucho trabajo. El grupo funciona porque prácticamente todos se conocen y cada uno tiene que conocer la física de su instrumento porque todos los instrumentos tienen sus pequeñas diferencias y en estos instrumentos tradicionales todavía más. Aquí jugamos con el hándicap de los instrumentos tradicionales. Es imposible que la investigación que hay detrás de un saxofón sea la misma que la que hay en una dulzaina, porque en el mundo se venden millones de saxofones.

¿Son esa generación que va hacer que cambie la música que se transmitía de forma oral?

—No nos queda otra que seguir hacia adelante, que los instrumentos evolucionen y los músicos también. No se trata de profesionalizar lo que había, porque ya era maravillosa la música que interpretaban los dulzaineros que nos preceden, tocaban fabulosamente, con otros instrumentos y otra afinación seguramente, pero muy artística, porque la música del pueblo siempre ha tenido una forma particular de interpretarse.

Son otros tiempos.

—Nosotros ahora quizá estamos en una época de cambio en la que mediante el estudio y el trabajo intentamos, de alguna manera, sobre todo darle el mayor nivel posible, trabajando y estudiando, intentando salvaguardar ese estilo artístico que hemos heredado.

¿Qué futuro tiene la Escuela de Música de Macotera?

—La música tradicional se nutre sobre todo del impulso de los pueblos. Mientras la música que se ofrece desde las escuelas de dulzaina sea de calidad, que lo es, habrá futuro porque siempre habrá gente apasionada por la música.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios