Ventanas a un azul infinito en Aldeadávila

Surcar Las Arribes es un placer inconmesurable cuando el viaje parte desde el corazón de Aldeadávila de la Ribera, que expande sus encantos como núcleo urbano en un despliegue de miradores que circundan el entorno natural.

Algunos de ellos son el Picón de Felipe, o los miradores de Rupurupay o Rupitén, y es que es difícil no detenerse cada poco tiempo, ribeteando el término municipal, para asomarse a una de estas ventanas al infinito más vertiginoso y despampanante. Las generosas vistas tendrán además, pronto, nuevos alicientes, y es que el famoso mirador del Fraile, actualmente en obras, contará próximamente con una pasarela que potenciará sus ya evidentes atractivos, atrayendo aún más turismo.