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Tamames
Miércoles, 30 de octubre 2024, 11:30
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Las Alturas de la Sierra de Tamames, lugar clave en la batalla que aconteció en esta zona de la provincia durante la invasión napoleónica, busca su declaración como Sitio Histórico por parte de la Junta de Castilla y León.
Una iniciativa que parte de Charo García de Arriba, natural de la localidad y apasionada de la historia local y que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento que encabeza el alcalde Alfonso Valle. «Charo nos ha elaborado un informe detallado y perfecto que hemos enviado a la Junta y desde el Consistorio queremos darle valor a la batalla de Tamames de 1809, que fue una de las más importantes de la Guerra de la Independencia», señala el regidor.
Un reconocimiento que, por un lado, protegería este entorno con esa declaración, «lo que evitaría que hubiera intervenciones en el futuro y que se respete tal y como es» y, por otro, potenciar el atractivo turístico de la localidad pucherera. «Esta distinción abriría la puerta a futuras rutas o la realización de un mirador u otras propuestas que vayan surgiendo y que podríamos afrontar con subvenciones que se destinan a este tipo de elementos históricos y dando a los turistas la posibilidad de conocer nuestra historia», señala Alfonso Valle.
La idea que subyace toma de ejemplo otro lugar de la provincia de Salamanca como es Arapiles. «Es verdad que quizás no tenemos esa entidad o importancia bélica, pero si consideramos que podemos estar ahí y queremos aprovechar los recursos que tenemos y repercuta en el comercio local como es la hostelería, por ejemplo».
En cuanto a los plazos, desde el Consistorio son conscientes de que este tipo de procesos conlleva un periodo indeterminado. «He tenido ya contactos con el consejero Gonzalo Santonja, con el director general de Patrimonio y el informe ya está en manos de los técnicos para su valoración y somos conscientes de que tardará, pero estamos seguros de que lo vamos a conseguir», indica el alcalde que subraya que las primeras conversaciones han sido muy positivas «y han acogido esta propuesta con mucho interés», detalla Valle.
Charo García de Arriba, impulsora de la propuesta, defiende que esta declaración sobre la sierra de Tamames «es una reclamación históricamente justa» y destaca la importancia de su preservación como espacio natural por el que discurre un antiguo cordel de merinas. «Además, la de Tamames es una de las cinco victorias que logró España durante toda la guerra contra el ejército francés», señala Charo.
«No se puede entender la batalla de Tamames sin sus Alturas», afirma Charo García de Arriba, pucherera e investigadora de la historia de la localidad, «el Duque del Parque es obligado a presentar batalla a los franceses con unas tropas poco preparadas y buscó un sitio que reunía dos características, por un lado, altura para atacar, y por otro, una posición ventajosa para huir en caso de tener que batirse en retirada».
Aunque la batalla en sí tuvo lugar el 18 de octubre de 1809, durante los días anteriores ya se vaticinaba un ambiente de confrontación en los alrededores de Tamames. «Hay que entenderla en un momento en el que ingleses y portugueses se habían retirado tras la frontera lusa y las tropas estaban poco formadas y equipadas», indica Charo. El órgano que ejercía la resistencia tomó la decisión de recuperar Madrid y envió al Ejército de La Mancha y Extremadura, dejando al llamado Ejército de la Izquierda (que abarcaba Galicia, Asturias, León, Zamora y Salamanca) para batallar ante las tropas de Napoleón presentes en esa zona, «y partieron de Fuenteguinaldo en busca de los franceses, pero sobre todo Diego Vicente María de Cañas y Portocarrero, el Duque del Parque, buscaba una loma donde situarse y tener ventaja y llegan a Tamames el 9 de octubre», explica Charo García de Arriba.
Durante esos días se produce una tensa espera, ya que el ejército francés no se decide a salir de Salamanca. Finalmente, el mando Jean Gabriel Marchand, creyendo que las tropas españolas están en maniobras de retirada «y que en Tamames solo queda una retaguardia, ya que las Alturas hicieron que no pudieran saber que había tropas españolas detrás, arriban en la localidad el 18 de octubre y presentan batalla», señala la pucherera.
Y aquí, la Sierra de Tamames, «la Cuesta como la llamamos aquí», jugó un papel fundamental tal y como esperaba el Duque del Parque. «Los franceses intentan atacar por el flanco más débil, con menos cuesta, pero los españolas habían previsto ese movimiento y tenían ahí al grueso de las tropas», señala García, «y, en un momento, un mal movimiento de la caballería está a punto de propiciar una retirada española, los generales Martín de la Carrera y Gabriel de Mendizábal hicieron algo poco común: se bajaron del caballo y arengaron a las tropas hacía adelante y rehacerse, consiguiendo imponerse a los franceses, enviándolos de vuelta a la localidad».
Las tropas napoleónicas, tras las numerosas bajas sufridas, decidirán marchar y dejar esa plaza al no conseguir asaltar la montaña. «Dice Arsenio García Fuentes que es necesario «contrarrestar la injusta denostación del ejército español» ya que siempre se pone el foco en los ingleses y los portugueses», dice Charo, «una batalla que, junto con Bailén, son de las más importantes ganadas en solitario por el ejército español». Las tropas napoleónicas, tras las numerosas bajas sufridas, decidirán marchar y dejar esa plaza al no conseguir asaltar la montaña. «Dice Arsenio García Fuentes que es necesario «contrarrestar la injusta denostación del ejército español» ya que siempre se pone el foco en los ingleses y los portugueses», dice Charo, «una batalla que, junto con Bailén, son de las más importantes ganadas en solitario por el ejército español».
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