El silencio y la oscuridad acompañan al Nazareno y al Amarrao en su salida en procesión por las calles de Béjar

Tras los actos celebrados entre el domingo y el martes en la iglesia de San Juan por parte de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Béjar, la actividad religiosa se trasladaba este miércoles hasta la iglesia de Santa María por ser el turno de la Hermandad de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias de la ciudad.

La iglesia madre acogía pasadas las nueve de la noche la solemne misa oficiada por el párroco, Félix Pérez, en la que, además, la Hermandad daba la bienvenida a los nuevos hermanos en el acto tradicional de imposición de hábitos. Seis personas se incorporaron, aunque no todos pudieron estar presentes por distintos motivos y recibirán sus hábitos en sucesivas celebraciones. Sí acudieron la pequeña Emma Pérez-Batallón, que recibió los hábitos, el crucifijo y el rosario que se entrega a los niños, mientras que Paqui Luiña, recibió el crucifijo. Otros dos jóvenes hermanos recibieron también los estatutos de la Hermandad al haber cumplido ya los 18 años.

Después de ese sencillo acto, llegó el momento de que la junta directiva se reuniera para decidir si iniciaba o no la procesión debido a que, minutos antes, una leve llovizna caía sobre la ciudad. Después de unos minutos de deliberación y animados por el resto de hermanos, la directiva decidió sacar ambas imágenes para desquitarse ya que no fue posible celebrar esa cita en la edición de la Semana Santa en 2024.

Uno a uno, los hermanos fueron saliendo de la iglesia con su hábito en color negro y capelina en color burdeos para colocarse en el exterior de Santa María y dar forma a la procesión. Tras ellos, las imágenes del Jesús Nazareno a hombros de los hermanos y la talla de Jesús Amarrado a la columna, cargado por las mujeres, hicieron su aparición por la puerta de la iglesia de Santa María. Allí, el hermano Daniel de la Cruz interpretó en su violín una pieza que estuvo precedida por una saeta interpretada por Juancho Barrios. Desde ahí, siguió el recorrido hasta la Plaza Mayor por la plazuela de San Juan Bosco y la calle Rodríguez Vida escoltados por la Policía y bajo la vigilancia de Protección Civil.

La Plaza Mayor fue, además, el punto de encuentro con la Seráfica Hermandad del Divino Salvador, que entregó a la talla del Nazareno un ramo de flores en señal de recibimiento y respeto en el momento de su paso por la iglesia de El Salvador. Y, de nuevo, Daniel de la Cruz y Juancho Barrios rompieron el silencio de la noche para dedicar unas piezas a ambas imágenes.

La procesión siguió hasta la plaza de la Piedad para celebrar un estación penitencial con el Nazareno y oír la voz de Rufina Rodríguez para interpretar otra saeta al Nazareno, que se detuvo ante el antiguo Casino Industrial, donde recibió un nuevo ramo de flores como obsequio. Finalizada la saeta, la Hermandad regresó a la iglesia de Santa María con la satisfacción de haber cumplido con la tradición y haber podido salir con El Nazareno y El Amarrao pese a las dudas iniciales. Todos miran ya las aplicaciones del tiempo para este jueves, día en que tendría que salir la imagen de Nuestra Señora de las Angustias si las condiciones climáticas los consintieran. El martes y el miércoles sí lo han permitido, pero esta es una talla mucho más delicada y no ya la lluvia, si no la humedad, podría dañarla.

• Temas
• Tradiciones
• Semana Santa
• Béjar