El peligro marca el encierro de Aldeadávila

Peligroso y complicado encierro el que tuvo lugar este lunes en Aldeadávila de la Ribera los astados de la ganadería de Francisco de Madrazo, que protagonizaron una carrera lenta, trabada y que pudo acabar con serias consecuencias cuanto uno de los novillos que venía rezagado embistió a dos mujeres que se encontraban subidas a la parte exterior de una aguja.

El encierro comenzó marcado precisamente por este animal, que durante el apartado en el prao, mostró cierta cojera, pero que finalmente participó en el encierro. Los caballistas decidieron tomar esos primeros metros con calma para manterner a la manada compacto y a llegar a la entrada al casco urbano vino el primer contratiempo: el cohete que anuncia la llegada al municipio asustó a los animales que regresaron al prao y obligó a los garrochistas a retroceder y reagrupar a los bravos y mansos.

Tras más de 20 minutos de espera, las campanas nuevamente anunciaron que los astados se adentraban en Aldeadávila y lo hacía con una veloz entrada de todos los animales a excepción del novillo lastimado. A mitad de descenso hacia la plaza, el animal se paró y embistió a las dos mujeres, hasta en dos ocasiones, e hizo temer lo peor al público que abarrotaba esa parte del recorrido. Afortunadamente, la dos vecinas de Aldeadávila solo sufrieron golpes por parte del astado y no fueron corneadas. A pesar de la insistencia de los caballistas, que tenían que acercarse con mucha cautela para evitar los envites del ejemplar de Madrazo, el novillo mostró su reticencia a avanzar, incluso con la presencia de un cabestro. Finalmente, a paso lento y con mucha cautela, mozos y garrochistas pudieron conseguir que el animal arribara en la plaza.

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