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D. Sánchez
Villanueva del Conde
Lunes, 22 de julio 2024, 10:21
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Aguas cristalinas y un manto verde natural se dan la mano en uno de los lugares con más encanto que existen en la provincia de Salamanca. Un paraíso terrenal que ademas permite a quien lo visita refrescarse y paliar los rigores del calor estival que caracteriza al mes de julio.
La localidad de Villanueva, que cuenta con la catalogación como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico del Conde, 'esconde' a su alrededor una piscina natural que hechiza los sentidos, situada en pleno corazón de la Sierra de Francia y que bebe de las aguas del arroyo de San Benito.
Este lugar, conocido como el 'Charco de la cruz' y aunque se trata de una zona de baño pequeña y con poco espacio para extender la toalla o colocar las sillas, el entorno es un enclave bucólico y repleto de encanto. Las rocas graníticas y la vegetación abrigan una piscina digna de la mejor postal para promocionar la Sierra de Francia.
Este paraje se encuentra a algo más de un kilómetro de Villanueva del Conde junto a la carretera que une esta localidad con Garcibuey. Un desvío junto al puente que salva el arroyo de San Benito conduce directamente hasta la zona de la piscina, aunque conviene estar muy atentos porque el camino de acceso simplemente está señalizado con un pequeño panel de madera. Antes de acceder a la piscina hay un pequeño chiringuito, un atractivo más para aquellos bañistas que acuden hasta aquí para refrescarse.
Una vez que las temperaturas bajan y llega el atardecer del día, es el momento ideal para adentrarse en el casco urbano de Villanueva del Conde. Un Conjunto Histórico en el que destaca su arquitectura tradicional y numerosas edificaciones de interés como son la iglesia parroquial de San Sebastián y San Fabián, que datan de los siglos XV y XVI respectivamente, a los que hay que sumar la Ermita del Humilladero, de comienzos del siglo XVII.
Además, el municipio ofrece otras atractivos para los visitantes que no desean darse un baño, si no conectar con la naturaleza que rodea a Villanueva del Conde. El Camino de los Prodigios, que lleva hasta Miranda del Castañar, ofrece un viaje prodigioso de juegos y fantasías. Una ruta circular de 10 kilómetros, que sorprende al caminante con dragones, tortugas de piedra o extrañas camas a lo largo del recorrido. Sin olvidar los robledales, encinares, dehesas, monte bajo, bosques de madroños propios de este lugar del Parque Natural de Las Batuecas- Sierra de Francia, que acompañar el sendero que une ambos pueblos.
En definitiva, un rincón serrano que espera ser descubierto por aquellos que buscan un lugar idílico y paradisiaco sin salir de la provincia de Salamanca, que tantos tesoros guarda para los más ávidos visitantes.
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