«Es el papel más bonito, es la historia más grande jamás contada»

Tras nueve años de ausencia, el grupo vallisoletano Teatro Corsario, una de las compañías más longevas del panorama teatral de la comunidad, volverá a presentar su «Pasión», uno de sus montajes más aclamados y que se mantuvo en el repertorio durante 28 años. Y al frente del elenco estará el actor nacido en Barakaldo, pero afincado en Ciudad Rodrigo desde hace años, Sergio Cardoso, que afronta con ilusión y «mucha responsabilidad» interpretar a Jesús de Nazaret.

¿Cómo ha surgido su llegada a este montaje?

—Pues cuando estrenamos la película «Pastoris» en la Seminci en Valladolid estuvo el director de Corsario, Jesús Peña y me lo presentaron al final de la proyección. Ahí quedó la cosa y al cabo de unas semanas me llamó para hacer unas pruebas porque estaban buscando un actor para «Pasión», e hice una especie de casting. Después pasaron las semanas y no me llamaba nadie y pensé que había sido el elegido hasta que me Jesús se puso en contacto conmigo otra vez para darme la noticia.

¿Qué sintió al saber que era el seleccionado para el papel?

—Me temblaban las piernas de la emoción, porque esta es una compañía de referencia a nivel nacional, los conocía de hace décadas y siempre miras con algo de deseo poder trabajar con ellos, aunque fuera un papel pequeño. Ahora llego con la responsabilidad de debutar y con un rol protagonista lo que supone una responsabilidad, sientes que vienen curvas.

¿Es un reto encarnar el papel de Jesús de Nazaret?

—Curiosamente este personaje lo he realizado varias veces, tanto en cine como en teatro. Para mi es el papel más bonito que se puede hacer, al margen de que uno sea creyente o no, es la historia más grande jamás contada, una delicia. Hay que buscar dentro de uno mismo y existen tantas referencias a él que todas son válidas, pero lo esencial es hacerlo de corazón. Un actor es un lienzo en blanco, debes aportar lo mejor de ti y es extraño, porque cualquier otro personaje lo puedes moldear, pero Jesús tiene un aura propio, incluso en su forma de mirar, en sus movimientos, en todo

El director Jesús Peña interpretó este papel durante muchos años ¿será una ayuda para usted?

—Justo lo pensaba hace unos días...Le dije que me tendrá que ayudar porque conoce al detalle todo el montaje y el personaje, pero por otro lado pensé «madre mía la que me va a caer» (ríe). Él sabe lo que cada actor aporta, manteniendo la esencia de la obra, pero existe un giro de tuerca que parte de cada uno de nosotros.

¿Cómo van a ser estas semanas antes del estreno en abril?

—De mucho trabajo, Corsario destaca porque tiene un trabajo previo enorme, con un trazo fino y van a ser sesiones de ensayo de todos los días, pero con el objetivo de llegar a la excelencia que les caracteriza. Yo voy a dar el máximo de mi, de eso no hay duda.

La primera parada es el Teatro Calderón de Valladolid ¿le gustaría hacer este montaje en el Teatro Nuevo de Ciudad Rodrigo?

—Sí, claro por supuesto. Yo haré fuerza por mi parte por venir a mi casa, aquí con los míos. No te imaginas las muestras de cariño que me han llegado desde que se conoció la noticia y me encantaría que este montaje pudiera venir a nuestro teatro mirobrigense.

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