El papa beatifica a Ana de Jesús, compañera de Santa Teresa en Alba

Tres han sido los intentos históricos hasta nuestros días para conseguir que la carmelita Ana de Jesús fuera reconocida como beata, uno entre los años 1621 y 1642, pero quedó aparcado. Recuperado en el siglo XIX, tampoco se consiguió llevar adelante a falta de la declaración de las virtudes heroicas. Ahora ha sido el papa Francisco el que ha llevado a adelante esta beatificación que se ha producido en Bélgica, en público, en un estadio de fútbol y ante casi 40.000 personas.

Ana de Jesús y Santa Teresa se conocieron en agosto de 1569 en el convento de Ávila, y después fueron compañeras en el convento de Alba de Tormes.

También fue amiga de San Juan de la Cruz y una gran viajera para su tiempo, puesto que en los primeros años del siglo XVII fundó conventos en París, Pontoise, Dijon, Bruselas, Lovaina y Mons.

Denominada por su carácter «capitana de prioras» con apenas 33 años lo fue en el convento de las Carmelitas de Salamanca capital y fue también fundadora del ubicado en Madrid. Fue la encargada de recopilar las obras de Santa Teresa y una de las reconocidas herederas del carisma teresiano.

Tal como relató el papa Francisco en el acto: »Esta mujer estuvo entre las protagonistas, en la Iglesia de su tiempo, de un gran movimiento de reforma, tras las huellas de una gigante del espíritu Teresa de Jesús de la que difundió los ideales en España, en Francia y también aquí, en Bruselas, y en aquellos que entonces se llamaban los Países Bajos Españoles». Asimismo, destacó de la figura de la beata que: «por elección, no ha dejado escritos. Se comprometió más bien en poner en práctica lo que ella a su vez había aprendido y con su modo de vivir contribuyó a realzar la Iglesia en un momento de gran dificultad. Acojamos, por tanto, con gratitud el modelo de santidad femenina que nos ha dejado».

Una representación de los Padres Carmelitas vinculados con Alba y Salamanca ha estado presente en Bélgica en esta cita histórica.