Pablo Recuero: «Quiero que la banda municipal de música de Béjar sea un referente en la provincia de Salamanca»

Tiene 30 años, es natural de Trigueros (Huelva), reside en Pelabravo y se trasladó a Salamanca para estudiar trompeta. Entró en contacto con la Banda Municipal de Música de Béjar gracias a Samuel Maíllo y, tras el fallecimiento de su director, Lorenzo Torrico, asumió esa tarea el pasado mes de abril.

¿Cómo empezó su interés por la música?

—Empecé a tocar el piano y la percusión con 8 años y, después, la trompeta, porque me gusta. Inicié la carrera de Geología, pero me di cuenta de que lo que realmente me apasionaba era la música. Vengo de una familia en la que nadie es músico, y la conversación con mis padres al decirles que me iba a dedicar a esto fue complicada. Sin embargo, tomé la decisión de dedicarme a lo que me gustaba. Para mis padres es un orgullo que dirija la Banda Municipal de Béjar. Cuando uno hace lo que le gusta, se nota.

¿Por qué decidió trasladarse a Salamanca?

—Decidí seguir con la trompeta, hice el grado superior en Sevilla y acabé en Salamanca porque había un gran profesor, Roberto Bodí, que daba clase en el Conservatorio Superior de Salamanca, y aprendí mucho con él. Era la primera vez que salía de casa, y acerté, porque Salamanca se parece a Huelva. Aquí he encontrado a gente muy buena, que me ha aportado mucho.

¿Cómo contactó con la banda de música de Béjar?

—El profesor Samuel Maíllo, que es de Béjar, era mi profesor de Cámara en Salamanca. Me comentó que la Banda Municipal de Música de Béjar necesitaba un trompeta y me apeteció la idea. Cuando llegué a Béjar en 2021, conocí a Lorenzo Torrico y a los músicos, y me quedé por el buen ambiente y por la gente de la banda. Comencé a sentirlos como mi familia musical en Béjar. Además, Torrico se portó muy bien conmigo y siempre estuvo disponible para lo que necesitara.

¿Por qué decidió presentarse para ser director de la banda en sustitución de Lorenzo Torrico?

—Ojalá esta situación no se hubiera dado, pero ocurrió. Tras su fallecimiento, sentía que ya formaba parte de la banda y me apetecía aportar algo más. Se dieron una serie de circunstancias, ya que Hilario Ceballos tomó las riendas de forma temporal. Por ello, hice una propuesta para dirigirla, porque tiene mucho potencial. No quiero cambiar lo que hay, pero sí transmitirle a la gente ese amor por la música.

Se estrenó en Béjar el Viernes Santo, en la breve procesión del Santo Entierro por la lluvia. ¿Cómo vivió ese momento?

—Con mucha ilusión, pero también con la cabeza fría, porque es necesario trabajar y trabajar para que lleguen los resultados. Los músicos tienen muchas ganas de trabajar y de aportar a la cultura de Béjar. Es increíble la sensación de hacer conciertos y que todo funcione. No es nada casual, porque está trabajado de antemano. Ahora mismo, la banda cuenta con 34 o 35 músicos, pero sería interesante incorporar a más personas para afrontar un repertorio más amplio. Actualmente tenemos cubiertas todas las cuerdas, pero estaría bien ampliarlas.

¿Cómo están los ánimos en la banda tras la desaparición de Torrico?

—Siguen tocados por su fallecimiento. Están viviendo una situación complicada. Lo duro es que las circunstancias fueron muy precipitadas, porque no esperábamos algo así. Su pérdida impactó mucho a los integrantes de la banda y todavía no se ha superado, pero tienen muchas ganas de seguir adelante.

¿Qué tiene previsto en la agenda de la banda para los próximos meses?

—Después de la procesión del Viernes Santo y los actos del Cristo del Refugio en Candelario, llegará el Corpus Christi. Será el estreno en una festividad muy importante aquí en Béjar e incluiremos una serie de novedades para el público.

¿Cuál es su objetivo para el futuro de la banda de música?

—Que la Banda Municipal de Música de Béjar sea conocida en toda la provincia, que pueda convertirse en un referente en Salamanca y, más adelante, ir ampliando. Para ello, soy consciente de que hay que trabajar. Con respecto a la etapa anterior, en algunas cosas seguiré la línea de Lorenzo Torrico, y en otras intentaré introducir algunos cambios, siguiendo mi propio criterio. Además, cuento con personas que se implican en la banda y hacen que no sea solo de uno, sino de todos.

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