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Maika Hernández recibió ayuda de Manuel White y José Ramón Santamaría, de Cruz Roja, para vacunarse en Béjar. TEL
Maika, bejarana enferma de polio: “Ahora decido yo que quiero vacunarme”

Maika, bejarana enferma de polio: “Ahora decido yo que quiero vacunarme”

Tenía diez años cuando una elección familiar le privó de la vacuna de la polio. Sesenta años después, Maika Hernández agradece la inmunización contra el coronavirus porque tiene para ella un “sentido muy especial”

TEL

Lunes, 3 de mayo 2021, 11:05

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El buen carácter y el humor han sido fundamentales en la vida de Maika Hernández para sobrellevar las secuelas que la poliomielitis le dejó desde bien pequeña. Este viernes, en Béjar, recibió la primera dosis contra el coronavirus, algo especial en su vida porque fue una decisión familiar la que le privó de la inmunización siendo una niña.

Se trata de una enfermedad infecciosa degenerativa que afectaba sobre todo a la población infantil hasta los diez años; pero el caso de Maika Hernández es distinto porque no era muy habitual que se contagiara después de esa edad. Hace seis décadas, esa enfermedad era una preocupación en las familias, que vacunaban a sus hijos para evitar que sufrieran sus consecuencias. Así fue con las hermanas de Maika Hernández, pero no con ella. Explica que “la vacuna de la polio tenía mala fama pero el pediatra que nos trataba en Béjar era partidario de administrarla”. Sin embargo, un familiar consultó con otro especialista afamado de Salamanca que desaconsejó la vacuna porque “yo tenía ya diez años y medio y podía ser perjudicial porque superaba la edad para administrarla”.

“Por una decisión ajena a mí hace décadas sufrí la poliomielitis y ahora me vacuno para evitar contagiar a alguien”

Aquella decisión marcaría su vida para siempre, ya que apenas quince días después, un 18 de septiembre, Maika Hernández enfermó de poliomielitis. Recuerda que le “empezó a subir por las piernas hasta por debajo del pecho”. Por ello, explica que siendo una niña “una decisión ajena a mi me dejó nueve meses en la cama” y le “partió la vida a la mitad” porque “me gustaba mucho patinar, correr y saltar”. Además, recuerda que, “gracias al carácter que tengo y a que me gusta leer, tiré para adelante” porque “hay que pensar que yo tenía diez años y estuve nueve meses metida en una cama sin poder hacer nada”. A pesar de esa situación, “ni me desesperé ni nada porque leí mucho” gracias también a sus padres, que “nunca llegaron a levantar cabeza” por aquella decisión, aunque “luego me vieran vivir una vida normal”, asegura Maika Hernández.

Con esos recuerdos, Maika Hernández fue el viernes contenta al pabellón municipal de Béjar para recibir la vacuna con la ayuda de Cruz Roja, a cuyos voluntarios quiere agradecer su colaboración. Y acudió feliz porque ha ido a hacer algo “decidida” por sí misma. Su razonamiento no era otro que pensar que “por una mala decisión ajena a mí hace décadas sufrí la poliomielitis, ahora decido yo y quiero vacunarme para evitar contagiar a alguien”. Es más, su sensibilización sobre la enfermedad le lleva a colaborar con campañas de vacunación en otros países porque, dice, “me identifico con los enfermos”.

“La polio me dejó en la cama nueve meses y me partió la vida a la mitad. Gracias a que me gusta leer, tiré para adelante”

Debido a su experiencia vital, la vacuna del coronavirus tiene para Maika Hernández un sentido “muy especial” porque “las vacunas sirven para frenar enfermedades; ahora he decidido vacunarme para prevenir”. Además, cita a los negacionistas y a los contrarios a la inmunización para asegurar que “es una pena que no escarmienten” y por ello, expone su experiencia para demostrar que una decisión mal tomada puede cambiar la vida de una persona.

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