Los pioneros del esquí en Béjar
Un 6 de diciembre de 2001 abrió sus puertas la estación de esquí de La Covatilla. Era el anhelo de muchos aficionados a la montaña y a la nieve que apostaron fuerte por el aprovechamiento turístico de la Sierra. A lo largo del siglo XX, ese proyecto fue cuajando hasta que se convirtió en realidad hace ahora 20 años. La Covatilla tiene por delante un futuro prometedor gracias a la Reindustrialización
Domingo, 12 de diciembre 2021, 19:37
Es el referente del esquí en el sur de Castilla y León, de Extremadura y Portugal gracias a su enclave estratégico en el Sistema Central. La estación de esquí de La Covatilla acaba de cumplir veinte años desde su puesta en funcionamiento y lo hace en un momento clave, con un presente incierto por la actual crisis política en Béjar pero con un futuro prometedor si el Ayuntamiento de la ciudad invierte los 4,5 millones de euros con cargo a los fondos del Plan de Reindustrialización de Béjar para modernizar las instalaciones.
La Covatilla es el sueño hecho realidad para muchos aficionados a la nieve que vieron en la Sierra de Béjar y Candelario el marco idóneo para aprovechar los recursos naturales y convertirlos en un atractivo para el turismo de invierno. Desde principios hasta finales del siglo XX, muchos fueron los que soñaron con la explotación turística de la nieve mediante la creación de una estación de esquí con remontes y la idea fue cuajando a medida que avanzaba el siglo. Según cuenta el periódico centenario “Béjar en Madrid”, en el año 1932, la Sociedad Española de Béjar inauguró el 28 de agosto el refugio de montaña edificado en la zona conocida como la cimera de La Covatilla y ocho meses después, esa misma entidad celebraría el primer concurso de esquís.
Después de aquellos inicios, tuvieron que pasar varias décadas, nada menos que 40 años, para que Béjar mostrara ya su interés por convertirse en un destino turístico con su patrimonio y la nieve como principales exponentes. Ese mismo diario centenario cuenta como en el año 70 se celebró una reunión con las fuerzas vivas de la ciudad a petición del Gobernador Civil para poner en conocimiento de la sociedad bejarana su intención de construir un hotel e instalar un telecabina. Fue el germen de lo que conocemos actualmente como la estación de esquí de La Covatilla aunque tuvieron que pasar 30 años más para su inauguración.
En 1973, el Grupo Bejarano de Montaña inició la construcción de la carretera con picos y palas
Mientras tanto, la inquietud de los montañeros y aficionados a la nieve en la ciudad seguiría adelante. El Grupo Bejarano de Montaña, que se escindió en dos y dio lugar al nacimiento de la sociedad de montañeros “Sierra de Béjar”, se ocupó de organizar los campeonatos de esquí en dos cortafuegos existentes en la zona del Rincón del Pelado. Además, tuvieron la iniciativa de habilitar el acceso a lo que después sería la estación de esquí bejarana. Fue entorno al año 1973 cuando ese grupo de montañeros, herederos de la pasión de la Sociedad Alpina por la Nieve, inició la construcción de la carretera de acceso a mano, es decir, con picos y palas, para abrir el camino hacia la zona conocida como La Covatilla. Fue posible gracias al respaldo de la sociedad bejarana, que aportó dinero para las obras y al empeño de los montañeros, que abrieron un total de 9 kilómetros desde La Hoya hasta La Covatilla ayudados por expertos. Recuerda Juan Carlos Bonnail que la inauguración de la carretera tuvo lugar a finales de septiembre de 1977 con una misa y presencia de las autoridades y que, tres años después, acabada la obra civil, la Diputación y la Junta mejoraron el acceso.
Desde la apertura de la carretera hasta los movimientos políticos y sociales de la actual estación de esquí tuvieron que pasar 20 años porque no perdieron la ilusión por contar con unas instalaciones de esquí. Durante ese tiempo, los montañeros y aficionados a la nieve instalaron remontes rudimentarios para poder ascender a la cima y bajar esquiando. Recuerda Juan Carlos Bonnail que el Grupo Bejarano de Montaña llegó a tener tres telesquíes fabricados con motores de vehículos y cables para transportas a los esquiadores a ras de suelo en largas jornadas de esquí en la cima, a la que accedían a pie por la mañana cargados de comida.
En octubre de 1998 se celebró una manifestación con gran respuesta social a favor del telesilla
En torno a 1997, fue cuando el Ayuntamiento de Béjar gobernado por Alejo Riñones, del PP, inició las gestiones para que La Covatilla se convirtiera en realidad después de décadas de espera. Logró una subvención de 333 millones de pesetas pero la falta de acuerdo entre las autoridades hizo que la Comunidad Europea denegara la ayuda a Béjar, que sí aprobó para la Junta de Castilla y León. Explica Riñones que Béjar renunció a ese dinero y gracias al interés del entonces Gobierno regional, a cambio recibiría una subvención directa por la misma cuantía y se empleó en ese proyecto.
En octubre de 1998 se celebró una manifestación con gran respuesta social a favor del desarrollo turístico de Béjar y su comarca mediante la instalación de un telesilla. Además, en ese año, la Consejería de Medio Ambiente daba el visto bueno al proyecto de la estación de esquí. En un principio, estaba prevista por Candelario para aprovechar la carretera de acceso a la primera plataforma de El Travieso pero los propietarios de los terrenos y el entonces Ayuntamiento de la villa se negaron. Entonces, el Consistorio bejarano trasladó la posible ubicación a la zona de La Hoya y Navacarros, ubicación actual. El cambio perjudicaría a Béjar y Candelario porque la estación de esquí por El Travieso obligaría a los esquiadores a pasar por esas dos localidades al contrario que su ubicación actual, que no requiere entrar en la zona.
El telesilla quedó instalado en 1999 y La Covatilla abrió un 6 de diciembre de 2001 con cuatro pistas
En su nueva ubicación, el telesilla quedó instalado en el año 1999 y La Covatilla abriría sus puertas un 6 de diciembre de 2001, es decir, hace dos décadas.
Desde entonces hasta ahora, mucho han cambiado las instalaciones. Nació con apenas cuatro pistas y fue creciendo hasta las 27 actuales. Sigue en pie el telesilla instalado hace más de dos décadas y los remontes aunque, en la actualidad, existe un proyecto para invertir 4,5 millones de euros en modernizar las instalaciones y dotarlas de más remontes a ras de suelo en lugar del transporte de esquiadores por cable y otras mejoras como la dotación de más cañones para producir nieve, entre otras.
