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Antolín Sánchez Gil y el hospitalero voluntario, Antonio Arribas, en el albergue de Puerto de Béjar. TEL
Los peregrinos vuelven a la Vía de la Plata

Los peregrinos vuelven a la Vía de la Plata

Los albergues retoman la normalidad tras más de dos años de limitaciones

TEL

Lunes, 3 de abril 2023, 13:02

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La llegada de extranjeros en la provincia, al menos para alojares en establecimientos rurales, ha mejorado respecto al inicio del 2022. Muchos de ellos son personas que llegan a Salamanca para hacer el Camino de Santiago a través de la Vía de la Plata por lo que, a tenor de esas cifras, la situación se ha recuperado y los peregrinos transitan por los caminos de la provincia con la normalidad previa a la pandemia. Así lo atestigua Antolín Sánchez Gil, de Puerto de Béjar: “El 1 de marzo hemos abierto y la evolución es absolutamente normal. Diría que como anterior a la pandemia. La mayoría de los que están pasando ahora son extranjeros, diría hasta un 95% de ellos. Son gente muy maja, variada de edad, aunque prevalecen los jubilados extranjeros y, también, parejas jóvenes. Ahora, más a pie, que en bici. Luego ya, los bicigrinos, que es como se conoce en el mundo del Camino, vienen más en tiempo de verano, pero muy bien”.

Antolín Sánchez Gil es una de las personas más implicadas en el impulso de las antiguas escuelas de la estación de Puerto de Béjar como albergue de peregrinos. Dicho centro se gestiona a través de hospitaleros voluntarios que turnan cada quince días para recibir a los peregrinos. Así, explica, “uno de los grandes aciertos ha sido firmar un convenio de colaboración con Hosvol -Hospitaleros voluntarios-. Es increíble su preparación, su trato al peregrino y su vocación. Son totalmente altruistas y vienen de sus lugares de origen con los gastos pagados. Nosotros corremos con la alimentación, pero ellos son muy vocacionales”. Esta quincena le toca a un hospitalero de Tomelloso (Ciudad Real), Antonio Arribas Gómez. Como él mismo explica, “la forma de llegar aquí es a través de la asociación, que marca cuándo hay albergues libres y cuándo tenemos el tiempo libre y lo hacemos de forma vocacional porque, en mi caso, he sido peregrino 35 años y llevo quince de hospitalero. Prácticamente estamos en todos los caminos, en el francés, el de la Plata. En los distintos caminos siempre hay albergues de donativos que pertenecen a los ayuntamientos o a las iglesias”. Una de las premisas de este tipo de voluntariado es que ellos ponen su dinero para viajar y, en algunos casos, se pagan hasta la comida (en Puerto no sucede pues sí se la dan). Antonio pone de manifiesto una de las premisas más importantes a la hora de prestar este servicio: “Solo hay una condición para que podamos hacer nuestra labor de acogida tradicional en los albergues y es que sea de donativo, no se puede tener ningún cobro por nuestra labora ni del albergue. Si el peregrino no aporta nada se le recibe igual, con el mismo amor, con el mismo agrado. Cada uno trae su camino y viene al Camino por una razón distinta.

Esta fórmula permite dar a conocer la oferta de albergues de donativo que hay en la provincia, algunos de los cuales son ya míticos en el exterior, como el del padre Blas en Fuenterroble de Salvatierra. Es uno de los que le faltan al hospitalero manchego, que conocía la provincia por su trabajo de camionero cuando pasaba por la N-630. “No conocía Puerto de Béjar, es muy bonito y me han llamado la atención estas montañas. Me ha dado tiempo para hacer turismo por La Alberca, la peña de Francia, La Covatilla...” Entre sus objetivos se encuentra regresar en algún momento, cuando cuadren las fechas, volver a Fuenterroble.

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