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Planetas y satélites descendieron recientemente de la inmensa Vía Láctea para acercar sus misterios y su etérea belleza a la localidad de Miróbriga, en la cual la asociación Astróbriga impulsó la creación de un insólito Sistema Solar a Escala cuyo epicentro es, como no podía ser de otro modo, el fulgurante Sol, que pende colosal y brillante desde el parque de La Glorieta, y que se ha convertido en todo un reclamo turístico.
De los diez puntos de información que componen esta inusitada ruta para los amantes de la astronomía, cinco se encuentran en Ciudad Rodrigo —Sol, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte—, y el resto en localidades y puntos próximos —Saturno en Sanjuanejo, Júpiter en Ivanrey, Urano en Carpio de Azaba, Plutón en Vilar Formoso y Neptuno en Siega Verde—.
Así, los transeúntes pueden descubrir y admirar la estructura del Sol, conocer qué son las manchas solares, fulguraciones, prominencias, eyecciones coronales de masa o explorar los idílicos dobles amaneceres de Mercurio, así como sus órbitas, y aprender qué son el afelio y el perihelio —que hacen referencia a la trayectoria elíptica que describen estos cuerpos, en base a la cual se pueden hallar más cerca o más lejos del sol—.
También se da protagonismo a figuras apreciadas en el campo de la astronomía, como el catedrático mirobrigense Javier-Rodríguez Pacheco, o el archiconocido Johannes Kepler.
En esta versión a escala del Sistema Solar, la luz viaja a 4 kilómetros por hora, por lo que un transeúnte puede visitar, a un ritmo de paseo estándar, todas las paradas de la localidad, que, en total, tan solo supondrían unos diez minutos de tiempo.
Toparse con estos paneles y planetas suspendidos en vitrinas e iluminados durante la noche, no es extraño, y es que todos ellos ocupan lugares bastante transitados y hasta próximos a monumentos, o circundando la muralla.
De este modo, Mercurio se puede ver en la Puerta del Sol, Venus, La Tierra y la Luna, en la muralla y en la Puerta de Santiago, y Marte en el Puente Mayor que arropa el Águeda a su paso por el municipio mirobrigense.
Cada uno de estos puntos añade un matiz erudito e intelectual, además de enigmático, al entorno de Ciudad Rodrigo y a su rico patrimonio, sumando un reclamo turístico y educativo a la visita de la ciudad, y especialmente a escolares, de una forma distendida, original y hasta impactante en el caso del Sol.
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