Las algas se apoderan del Tormes en Alba

En apenas una semana, lo que eran unas manchas verdes y rojas, se ha transformado en un bloque de decenas de metros cuadrados cubiertos de algas. El tramo frente al Turrión, entre el puente y la aceña del Quique, es el que presenta una cantidad mayor de lámina de agua cubierta, una circunstancia que se va extendiendo también frente al tramo de la muralla y junto a la Casa Molino aguas abajo.

La Confederación Hidrográfica del Duero señala que esta importante presencia de algas se debe “a una especie invasora, de rápida propagación y de difícil o imposible erradicación una vez que se ha introducido en el medio acuático”. Asimismo, la CHD apunta que la presencia y crecimiento de las algas están “gobernados por la presencia de luz y nutrientes, así como por la falta de corriente de agua, pudiendo proliferar en distintas épocas del año”.

Ante esta situación repetitiva, el Consistorio albense remitirá a la Confederación Hidrográfica del Duero una carta para solicitar que de esta que se haga cargo de la retirada de la capa de algas, o bien si no lo hace que el organismo responsable de la cuenca permita que el Ayuntamiento asuma la labor e indique cómo afrontar esta retirada.

Acerca de los posibles problemas que puedan llegar a afectar a la calidad del agua, desde la CHD se asegura que esta especie “no presenta ningún tipo de toxicidad”.

No obstante, cuando la planta muere, su degradación por los descomponedores que se encuentran de forma natural en el ecosistema “puede provocar temporalmente el descenso en la concentración de oxígeno disuelto en el agua del río”, resumen desde el organismo. Asimismo señalan que en la cuenca del Duero “no se tiene conocimiento de que este efecto haya sido significativo en las floraciones de esta especie que han tenido lugar hasta ahora”.