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Cerca de treinta caballistas se acercaron para ver la procesión.
Los asistentes en el momento del regreso de la imagen a la ermita.
Una quincena de puestos llenaron los descampados cercanos del santuario.
Triana y Jimena, junto a sus familias, pasaron por del manto de la Virgen.

La romería de Valdejimena vuelve a lo grande

La jornada festiva ha concentrado a cientos de personas a lo largo de todo el día en los aledaños de la ermita. Una treintena de jinetes han contemplado la procesión desde sus caballos

Domingo, 5 de junio 2022, 22:34

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Fieles a la cita con su virgen el Domingo de Pentecostés, miles de romeros y caballistas se han congregado en las inmediaciones del santuario de Valdejimena, ubicado en el término municipal de Horcajo Medianero, para acompañar a la Virgen en su gran fiesta anual. Apenas pasaban la una y media del mediodía cuando ha empezado a sonar el primer ¡Viva la Virgen de Valdejimena! y así los devotos, llegados de diferentes puntos de la provincia, han tomando a hombros la imagen para pasearla por los alrededores de su ermita.

El olor a incienso ha inundado las inmediaciones de una ermita de Valdejimena que se ha vestido de gala para la ocasión: la fiesta de su Virgen. Tras salir de la iglesia, el público y la imagen, y desplegarse la bandera del arciprestazgo de Valdejimena para presidir la cabecera de la procesión, ha comenzado a sonar la música de dulzaina y tamboril que supuso el inicio del desfile una vez acomodada y ordenada la procesión para su desarrollo.

Así, acompañada por los más de mil devotos de todos los pueblos de alrededor, la imagen de la Virgen ha procesionado y ha realizado varias paradas durante su recorrido para recibir los vivas, bailes y aplausos de los romeros, que no dudaron en rendirle todos los honores.

Tras regresar a las puertas del santurario para despedir a la Virgen, la dulzaina ha vuelto a sonar para que los fieles de todas las edades dedicaran nuevos bailes, aplausos y vivas. Mientras, muchos de ellos aprovecharon para inmortalizar el momento y fotografiarse junto a la imagen. Antes de cruzar de nuevo las puertas de la ermita, los asistentes entonaron cantos religiosos para despedir una emotiva salida procesional, que ha vuelto a realizarse con normalidad tras el parón por la pandemia. Al acabar, los devotos han aprovechado para pasar debajo del manto y poder rezar a la Virgen.

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