La rigurosidad tiene premio en Aldeadávila

Hace escasamente medio mes, a finales de octubre, el Ayuntamiento de Aldeadávila tuvo que enfrentarse a la difícil situación provocada por la detección de un brote de coronavirus en uno de los dos centros de atención a personas mayores de la localidad, “La Llanada I”, que llegó a su pico con 42 PCR positivas en el acumulado de solo una semana.

“Desde el primer momento se procedió al confinamiento total de los residentes, así como a realizar una desinfección rápida”, explica el regidor ribereño. Un aislamiento que puso en vilo a toda la población por el peligro que supone la enfermedad, no solo para los usuarios de la residencia municipal, sino también ante la posible extensión al resto de los vecinos.

Al mismo tiempo, desde el Consistorio de Aldeadávila de la Ribera se solicitó la colaboración de la subdelegación del Gobierno en Salamanca para que enviara una dotación de la Unidad Militar de Emergencias, la UME, para realizar una desinfección a fondo del centro, realizándose en esos primeros días.

“Aunque todas las medidas tomadas habrán tenido su importancia, hay que destacar la rigurosidad y profesionalidad de las trabajadoras de la residencia, que han extremado aún más las medidas de seguridad y llevado a rajatabla el confinamiento de los usuarios para evitar que el coronavirus se extendiera”.

Un brote en el que tristemente hay que lamentar el fallecimiento de tres de los usuarios de avanzada edad de la residencia, aunque “la mayoría de los contagiados han presentado una sintomatología leve”, relata el alcalde de Aldeadávila.

Estas medidas han conseguido que la Zona Básica de Salud de Aldeadávila pase de tener más de una cuarentena de PCR positivas, a finales de octubre, a tan solo una, detectada el pasado día 9.

El brote de coronavirus detectado en la residencia municipal de personas mayores “La Llanada I” de Aldeadávila de la Ribera afectó a cerca de la mitad de los 60 residentes, además de a cuatro trabajadoras municipales.

Entre las primeras medidas tomadas por el Ayuntamiento y las autoridades sanitarias para controlar el avance de la enfermedad estuvieron la realización de pruebas PCR a usuarios y trabajadores, así como el aislamiento total de la residencia del exterior, medidas que impidieron que el coronavirus no afectara a nadie más en el municipio, manteniendo controlado el brote en el interior del centro de mayores.