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La maroma de la que tiraron cientos de devotos en la recuperada procesión estival del Cristo de Cabrera. EÑE
La maroma del Cristo de Cabrera reúne a los fieles en el regreso de la tradición

La maroma del Cristo de Cabrera reúne a los fieles en el regreso de la tradición

La cuerda de más de cien metros de longitud sirvió para que los devotos pudieran mover la carroza con la imagen, tras casi mil días sin celebrarse esta cita en el exterior de la ermita

Domingo, 21 de agosto 2022, 23:46

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Desde hace mil días no se había podido ver la imagen de la talla del Cristo de Cabrera en su carroza en el exterior del templo y a cientos de devotos tirando de la maroma de cuerda para moverla gracias al impulso de todos.

Esta era una de las consecuencias sanitarias de la pandemia, puesto que en agosto de 2019 fue la última vez que se pudo ver esta tradición vinculada con el santuario del Cristo más conocido del Campo Charro. La suspensión de esta procesión en las sucesivas ediciones del día del cofrade se extendió hasta mayo de este año y se ha levantado en esta ocasión, aunque desde la cofradía se pidió a los participantes que se utilizara mascarilla y tan solo se organizó la misa de mediodía, tras la que se desarrolló la procesión con la maroma de más de cien metros dispuesta en forma de herradura y con los devotos aferrados a ella en todo el trayecto.

La música de la gaita y el tamboril de José Manuel Bustos acompañó un año más el paseo de la imagen por la plaza que da acceso al templo, en la que el sacerdote también realizó la bendición de campos y a los cofrades asistentes a la romería, que cada tercer domingo de agosto permite a los que viven lejos contemplar la imagen. Lo que no se ha levantado todavía es la medida que impide besar la imagen o rozarla con los tradicionales pañuelos, de forma que se preserva la integridad artística de la talla y los devotos siguen presentando sus respetos mediante una inclinación de cabeza o bien con un beso al aire dirigido al Cristo.

En la procesión estival los devotos llegados desde el punto más lejano fueron una familia procedente de Bilbao a los que se sumaron otros de Santa Marta, Salamanca, Nuevo Naharros, Escurial y Frades. También fue una mañana en la que la cofradía sumó nuevos miembros, muchos de ellos niños menores de tres años que han nacido durante la pandemia.

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