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La salida de los avisadores desde El Salvador llama la atención del público TEL
La localidad salmantina que mantiene vivo el sonido de las carracas

La localidad salmantina que mantiene vivo el sonido de las carracas

La Seráfica Hermandad del Salvador de Béjar mantiene la salida de los avisadores de Semana Santa cada viernes con hábitos franciscanos por las calles del centro histórico

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Sábado, 4 de marzo 2023

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La Seráfica Hermandad del Divino Salvador en su Pasión y Nuestra Madre Dolorosa de Béjar protagonizó un nuevo viernes de Cuaresma con la salida de los hermanos avisadores haciendo sonar sus carracas.

La Seráfica bejarana tiene su sede en la iglesia de El Salvador, en plena Plaza Mayor, y ese es el punto de encuentro de los hermanos que viernes a viernes, hasta el mismo Viernes de Dolores, se reúnen para vestir sus hábitos franciscanos y prepararse para salir por las calles del centro histórico (el ámbito de la parroquia y la Hermandad) para recordar que nos encontramos en periodo de Cuaresma y se acercan los días en los que se celebra la Pasión de Jesús. Como recuerda Eduardo Soria utilizando una frase de San Francisco, se trata de una oportunidad para predicar el Evangelio en todo momento.

José Julio Sánchez y Mercedes Esteban son los hermanos que este viernes salieron por las calles del centro histórico haciendo sonar las carracas, aunque son muchos más los que a lo largo de este tiempo lo han hecho. Son unos instrumentos poco habituales ya en la liturgia Cristiana, pero que se hacían sonar en las celebraciones de Semana Santa como símbolo de duelo por la muerte de Cristo y que sustituyen el sonido de las campanas. La constitución de la Seráfica Hermandad en la parroquia de El Salvador permitió recuperar esta costumbre, que ahora ya es habitual en las calles de Béjar.

De hecho, el campanario de dicha iglesia cuenta también con una gran matraca que sustituye también a las campanas en algunas de las celebraciones de Semana Santa protagonizadas por la propia Seráfica Hermandad.

José Julio Sánchez, uno de los hermanos que lució el hábito, considera que ya no hay gestos externos en la Cuaresma y esta salida de los avisadores es una forma de llamar la atención. Antaño salían por dos razones: para avisar de los actos de la hermandad o para pedir oraciones. Ahora, explica Sánchez, es más cómodo hacerlo a través de los grupos de WhatsApp, pero considera “una responsabilidad” mantener esta tradición recuperada y destaca que no se ha faltado ningún viernes de Cuaresma pese a que lloviera o nevara. Solo se faltó en marzo de 2020 por culpa de la pandemia, pero las carracas regresaron en 2021 y ahí siguen.

La Seráfica continuó la celebración con una visita al Nazareno de Santa María y, después, al Divino Salvador.

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