La iniciativa de Santa Marta para dar de comer a 22 personas mayores que viven solas

Estos menús, estarán destinados a las 22 personas veteranas de la localidad que están integradas en el programa municipal “Mayores en Soledad” que serán las que tengan acceso a ese comedor social. De lunes a viernes los alumnos de gastronomía preparará menús gratuitos y adaptados a las necesidades y gustos de este colectivo.

“Es un proyecto transversal y extraordinario por su trascendencia económica y social. Arranca el 15 de noviembre y cuenta con una dotación económica para formar a los alumnos de 461.000 euros, de los que 361.000 serán aportación de la Junta. Es la primera vez que se unen dos familias profesionales diferentes con un mismo objetivo final”, puntualizó el alcalde, David Mingo.

El cultivo de las hortalizas y verduras que formarán parte de los menús lo llevarán a cabo los alumnos de jardinería en el vivero o las parcelas de los huertos de ocio, luego llegará la transformación en menús a cargo del otro bloque de estudiantes, en tanto que el servicio de camareros para el comedor lo prestarán los alumnos de la Escuela de Hostelería, que será donde se sirva la comida a los mayores.

Esta iniciativa, totalmente innovadora en la provincia, permite también la colaboración de los equipos de trabajo de Signo XXV y la Escuela de Hostelería.

“Entra de lleno en la sostenibilidad y la agenda 2030, porque apuesta por los productos de kilómetro cero, que es un movimiento en el que la Escuela de Hostelería indaga desde hace tiempo”, indico la edil Chabela de la Torre, “la idea es que sirva también de ejemplo a los consumidores”.

“Los beneficiarios van a ser personas vulnerables del municipio que compartirán la hora de comer, algo que también supondrá que aumentarán su relación con otros mayores. El servicio de comidas está previsto que comience a lo largo de diciembre”, comentó la edil de Bienestar Social, Mari Cruz Gacho.

Los menús los elaborarán los profesores de la Escuela de Hostelería, de forma que sean adecuados a las edades de las personas que acudan y sus limitaciones, como el consumo de sal, especias, necesidad de calorías para cada persona e incluso formas de cocinar que se adapten a los paladares de los mayores.