Borrar
La organista Monserrat Torrent junto a Samuel Maíllo CASAMAR
La “Dama del Órgano”, a sus 95 años toca en Ciudad Rodrigo: “He tenido muchas trabas solo por ser mujer”

La “Dama del Órgano”, a sus 95 años toca en Ciudad Rodrigo: “He tenido muchas trabas solo por ser mujer”

Montserrat Torrent abrió el I Ciclo de Conciertos de Órgano de la provincia organizado por la Diputación

Jueves, 16 de septiembre 2021, 11:34

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Conocida internacionalmente como la “Dama del Órgano”, Montserrat Torrent, a sus 95 años, fue este miércoles la invitada de lujo para abrir en la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo el I Ciclo de Conciertos de Órgano de la Provincia de Salamanca, organizado por la Diputación provincial.

¿Cuándo tomó la decisión de ser organista?

Nací pianista por herencia de mi madre, que fue alumna de Granados y a las cuatro hijas nos dio educación pianista. Hice la carrera hasta que la Guerra Civil interrumpió los estudios y nos llevó a Santa Coloma de Farners, a casa de unos familiares. Allí fue donde descubrí el órgano, pero fue el obligado servicio social terminada la Guerra el que me acabó de decidir: por cada concierto me descontaban 350 horas de ese servicio social.

En una disciplina tradicionalmente reservada a los hombres, ¿fue bien recibida?

Por supuesto que no. En uno de los primeros conciertos, que era a dos órganos con un varón, el sacerdote paró el ensayo y me dijo si quería yo el protagonismo, cuando estaba tocando mi parte, y me denunció. Lo tuvieron que encerrar para que no evitara el concierto. Más adelante han sido muchas las situaciones marcadas por las trabas solo por ser mujer. En Toledo, en la Catedral, fui muy bien recibida por los canónigos pero cuando le dije que llegaba para tocar ninguna hora le parecía bien: a las siete, no, hay misa; a las seis, no, hay rosario; a las cinco, no, estamos haciendo meditación. Me propusieron dar el concierto a las tres, aunque la Catedral no abría hasta las cuatro y toque para dos personas.

¿Cómo califica el órgano de la Catedral mirobrigense?

Un órgano extraordinariamente bonito, con una sonoridad intensa pero dulce. Si un órgano tiene mucha fuerza pero es estridente para mí ya no vale nada. Estar hoy aquí es un regalo del cielo que agradezco a Samuel Maíllo por haberme invitado.

La falta de audición, ¿le condiciona a la hora de tocar?

Primero tengo que explicar que esta sordera no es de siempre si no provocada por dos acontecimientos, una medicación mal administrada y un aterrizaje demasiado brusco en Estocolmo que me provocó una perforación enorme. A partir de ahí, cambiar el método de trabajo, pero al oído no se puede engañar, no oigo la música como ustedes pero la falta de audición me permite sentir de manera especial la música, pero oigo nota por nota, solo disminuye la intensidad del sonido.

¿En qué lugares ha ofrecido su música?

Prácticamente en todo el mundo, tanto en iglesias y conventos como en auditorios: toda Europa, Estados Unidos, Argentina, Méjico, Marruecos, Dubái,... viajes que siempre aproveché para aprender con los organistas que me invitaban.

¿Cuáles son la pieza más complicada y su preferida?

Sin duda Correa de Arauxo y Johann Sebastián Bach, porque son piezas hechas para este instrumento, al contrario que las composiciones modernas que son muy complicadas porque no están hechas para órgano.

¿Qué debe ofrecer un buen concierto de órgano?

Sin duda, debe ser muy variado. Un organista puede ofrecer una docena de corales, que mostrarán su virtuosismo, pero eso será sin duda aburrido para el público. El concierto de apertura del ciclo contiene dos motetes, Correa de Arauxo que lo considero imprescindible, Pablo Bruna, una fantasía y, por supuesto, finalizar con una batalla.

A sus 95 años, ¿sigue formándose como organista?

Por supuesto, tengo un sistema de estudios personal: todos los días a las cinco de la mañana estoy en pie y practico dos horas sin conectar el motor, solo con las teclas, en silencio. Luego ya conecto y escucho lo que toco. Una lástima porque tenía un oído superperfecto.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios