«Juzbado apuesta por un modelo optimista de calidad de vida y acogida»

¿Cómo fomenta Juzbado la sostenibilidad ambiental?

—El primer pilar de la sostenibilidad es que haya personas que puedan ejercerla, algo cada día más difícil ante el oscuro panorama de la despoblación rural en nuestra provincia. Juzbado apuesta por un modelo optimista de calidad de vida y acogida, para que los propios opten por quedarse y quienes decidan venir puedan hacerlo. Y sí, para conformar un entorno rural atractivo para vivir hoy en día es necesario avanzar en clave de sostenibilidad ambiental: conservación del medio natural, promoción de la biodiversidad, hábitos de consumo y generación de residuos responsables, cuidado del paisaje, entornos verdes y saludables, producción energética propia o comunitaria… Ahí radica nuestra mayor fortaleza, lo que sólo el medio rural puede ofrecer: una comunidad viva y activa que convive en una relación de respeto y equilibrio con su entorno natural.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta en este ámbito?

—A menudo una apuesta atrevida como la nuestra navega a contracorriente y no se comprende hasta que se disfruta. Por ejemplo, hace décadas, de manera evidente con el desarrollismo de los años sesenta, muchos de nuestros pueblos adoptaron usos urbanos, en mi opinión pretendiendo engancharse al bienestar que simbolizaba la ciudad y que resultó ficticio. Como consecuencia, en las plazas de muchos pueblos no hay árboles, pero sí mucho asfalto, estilo insostenible vinculado cronológicamente con el inicio del éxodo rural. Pura contradicción: los árboles son frescor, sombra, salud, protección, belleza, reunión…, en cambio, el asfalto es un material pensado para el tráfico rodado que aumenta la temperatura de las calles, se deteriora con facilidad y no aporta belleza alguna. Es sólo un ejemplo, pero da cuenta del gran reto que es renovar conceptos para transformar entornos hacia un futuro sostenible.

¿Cómo se consigue el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente?

—El desarrollo económico a costa del medio ambiente es una falacia sin sentido. Por ilustrarlo con un ejemplo actual, ¿es rentable saturar la tierra de pesticidas carísimos para mejorar la cosecha si el suelo terminará infértil y las aguas que bebemos contaminadas? Debemos caminar hacia modelos de respeto y equilibrio medioambiental, y precisamente el medio rural ofrece alternativas de desarrollo socio-económico basadas en propuestas sostenibles, como la producción de alimentos de calidad en explotaciones de ganadería extensiva o cultivos ecológicos, su comercialización local y de proximidad, propuestas de economía circular como el uso de basura orgánica como abono agrícola o, aunque sea una obviedad, un entorno natural bien cuidado que ofrecer a la sociedad como medio de desarrollo local. En todo caso, huyendo de los modelos extractivos tradicionales: el medio rural no puede ser visto como el lugar donde se obtienen los bienes de consumo y producción para luego abandonarlo. Viven, vivimos personas y el territorio tiene dignidad, es decir, merece respeto y cuidado per se. Valga un ejemplo de actualidad. En muchos pueblos tenemos que aguantar los olores de macrogranjas porcinas que llegan de quién sabe dónde y mueven toneladas de purines (por cierto, relegando a menudo nuestra ganadería tradicional), o de fábricas insalubres. Pero cuando el olor llega a ámbitos urbanos nos escandalizamos y, entonces sí, las administraciones actúan. Este paternalismo tenemos que aguantarlo demasiado a menudo, y está en el centro de la despoblación rural. Pero finalmente alguien tiene que conservar y custodiar el territorio. Eso es sostenibilidad.

¿Cómo se protege el entorno natural de Juzbado?

—Reciclando mediante acciones de compostaje comunitario, cuidando el paisaje, recogiendo basura en voluntariados, evitando el asfalto donde no es necesario, plantando árboles, instalando sistemas de climatización de autoconsumo, restaurando espacios naturales degradados, impulsando acciones por la biodiversidad, ejerciendo la educación ambiental, plantando praderas melíferas para abejas y polinizadores, evitando el uso de pesticidas, abriendo caminos naturales para el disfrute y la concienciación de todos, promoviendo actividades en la naturaleza respetuosas con el entorno… Creo que tanto el cuidado del entorno natural como del propio paisaje urbano, sentir la belleza y el valor de tu espacio vital es el mejor modo de empoderar a los pueblos y recuperar la autoestima perdida en el medio rural. En Juzbado, valoramos y cuidamos nuestro entorno.

¿Colabora con otras administraciones para impulsar el desarrollo sostenible?

—Sí, con todas las concernidas. Por poner algunos ejemplos relacionados con apuestas sostenibles, tenemos proyectos interregionales y varias líneas de desarrollo financiadas por Europa. El Gobierno de España ha financiado mediante ayudas 'Next Generation' una reforma urbana con pavimento ecoactivo, que absorbe CO2, libera oxígeno y neutraliza gases contaminantes. Ha impulsado y financiado la redacción de nuestra Agenda urbana, y colabora con Juzbado en muchas otras iniciativas sostenibles. Nuestro compostaje local comunitario ha sido impulsado y financiado por la Junta de CyL, al igual que el proyecto de cultivo de setas en posos de café y otras iniciativas. La Diputación promueve y financia nuestras instalaciones de autoconsumo y eficiencia energética, entre otras. Tenemos contacto con muchas otras entidades para proyectos con la sostenibilidad como idea central. Hay que tener en cuenta que somos un ayuntamiento, la menor de las administraciones, y además de un pequeño municipio, por lo que vivimos planteando ideas y pidiendo colaboración.

¿Cuáles son las principales iniciativas que ha puesto en marcha el Ayuntamiento para mejorar la vida de los ciudadanos?

—Son tantas que no sabría empezar. Me quedo con lo general: promover el encuentro social activo en un entorno amable, con propuestas culturales, de ocio sano, educativas… como detonante. Algo que he dicho en otras ocasiones y sigue siendo esencial: cuidar a las personas y cuidar el entorno para potenciar el sentido de comunidad, la mayor fortaleza del medio rural ante el futuro y, desde luego, nuestro mayor valor en Juzbado.

¿Cuáles son los objetivos más importantes que se ha marcado a medio y largo plazo?

—Hay dos muy importantes. Promover la construcción de viviendas; que quienes quieren quedarse o venir tengan posibilidad de emprender un proyecto de vida en Juzbado. Por otro lado, proporcionar una alternativa residencial sostenible para los mayores de Juzbado. Estamos trabajando hace tiempo en dos condiciones previas necesarias para acometerlos: la adquisición de terrenos donde localizarlos y la construcción de un nuevo depósito de agua. Por otra parte, seguiremos urbanizando, pavimentando y arbolando el pueblo con perspectiva sostenible, embelleciéndolo con piedra y vegetación, aportando a sus rincones nuevas experiencias artísticas... Creemos que un entorno agradable y atractivo, junto con una comunidad acogedora, son una buena base para seguir buscando oportunidades de desarrollo, que sin duda aumentarán en Juzbado en los próximos años.

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