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Sábado, 10 de agosto 2024, 05:00
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El conocido empresario guijuelense José María Blázquez Rodilla será este año el pregonero de las fiestas de Guijuelo. Como él mismo detalla a continuación, tiene grandes recuerdos de estas celebraciones.
¿Cómo recibió la propuesta del alcalde de Guijuelo, Roberto Martín, para ser pregonero?
—Me hizo mucha, mucha ilusión y le dije que era un honor este reconocimiento del alcalde y del pueblo.
¿Tuvo dudas en aceptar este reconocimiento?
—Pues sí, la verdad es que en principio le dije que a mí estas cosas no me gustaban mucho y que le contestaría, pero lo pensé y a la semana o así le dije que sí, que contara conmigo.
Falta poco para el pregón, ¿tiene ya pensado lo que va a decir?
—En el pregón son muchas cosas las que tengo en la cabeza, pero condensarlas en diez o quince minutos no es fácil. Me gustaría no aburrir a la gente, no cansarla porque la gente quiere empezar la fiesta. Sí habrá recuerdos porque son muchos años vividos, muchas vivencias, muchas experiencias y mucha gente conocida. Me gustaría hablar un poco de todo eso pero, sobre todo, va a ser un pregón de agradecimiento.
¿A quienes dedicará esos agradecimientos?
—A Guijuelo, a su gente, a los clientes, a los trabajadores. En fin es mucha gente a la que tenemos que agradecer porque nos han apoyado mucho y siempre han estado con nosotros. A los trabajadores, al equipo de profesionales que tenemos y que hemos tenido, que han pasado por aquí, que ya no están, pero que han estado con nosotros y nos han ayudado en su momento.
Cuando se hizo público el anuncio de su pregón, usted habló de su recuerdo de las fiestas, que se perdió muy pocas. ¿Cuáles son esos recuerdos? ¿Han cambiado mucho?
—Sí, han cambiado, por supuesto. Yo llevo toda la vida en las fiestas y creo que, excepto un año o dos que estuve en la mili, yo creo que el resto de años siempre he estado. Para mí han cambiado mucho desde que era un niño y era soltero, con las peñas. Después tuve cuatro niños y lo vives de otra manera. He visto la evolución y no tienen nada que ver lo que eran las fiestas antes, hace unos años, con lo que son ahora. Y eso, en gran parte, se debe sobre todo, bueno, a los equipos municipales, pero yo creo que de manera especial a Rober, a nuestro Rober, pues yo creo que le ha dado un impulso muy importante. Están poniendo el listón muy alto porque son las mejores fiestas de España.
¿Qué destacaría de la programación?
—Me gustan mucho los toros. La feria taurina es muy importante a nivel nacional. Yo creo que ahí hay un trabajo muy bueno de José Ignacio Cascón, apoyado por el Ayuntamiento. Y luego, las verbenas que hay ahora y los espectáculos son muy buenos. No tienen nada que ver con las verbenas que había antes.
¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de las fiestas?
—Muchos, la verdad. Ha habido buenas corridas de toros, muy buenas. Ha habido buenos conciertos. Recuerdo el concierto de Loquillo, Café Quijano, de Bertín Osborne hace muchísimo. Los Pekenikes, Karina... También tengo recuerdos de la Plaza, del templete antiguo cuando tocaban Los Tamis; de Miri, que estaba con nostros y tocaba en aquella época, y de los juegos que había entonces, como los futbolines, los coches chocones.
La evolución de las fiestas ha ido en paralelo al desarrollo de Guijuelo, ¿verdad?
—Efectivamente ha ido en paralelo, pues con el crecimiento del pueblo y cuanto más presupuesto hay, me imagino que mejores fiestas se pueden hacer. La colaboración que siempre ha existido entre el sector público, el privado, entre los empresarios y los trabajadores ha hecho que Guijuelo sea un sitio muy bueno para invertir y tiene todo tipo de servicios. Tiene cosas de calidad que hacen de Guijuelo un buen lugar para vivir. Está cerca de Salamanca, tiene prácticamente de todo, equipamientos deportivos, comerciales, buenos servicios, es un sitio no muy grande, la cercanía de la gente y, todo ello, hace que sea un sitio bonito para estar y vivir.
¿Qué mensaje lanza a quienes le vayan a ver el 14 de agosto?
—Un mensaje de agradecimiento, de agradecimiento a aquella gente que ha estado con nosotros y a todo el pueblo en general, porque realmente pues hemos vivido y vivimos de ellos y de la comarca. También los clientes, los proveedores y toda la gente que nos ha ayudado, empresas que nos han hecho las obras y todo el mundo.
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