Historia viva en cada sendero y camino

Además de gozar de un entorno singular en el corazón de la Sierra de Francia, en el que el abanico de las rutas senderistas no tienen fin y se adapta a cada persona, Herguijuela de la Sierra atesora una excelsa historia, partiendo de los vetones. «Tenemos un altar inédito dedicado a una deidad lusitana, lo que muestra los antiguos orígenes del pueblo», remarca su alcalde, Jorge Sánchez. «En el siglo XII nos entregan al Cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela, de la cual dependemos durante muchos años», señala. De hecho, la iglesia es testigo de aquellos tiempos, así como la ermita dedicada a Santiago. A este patrimonio y estas huellas del pasado se suman incluso pinturas rupestres en el Risco de los Altares, al cual se accede por la ruta de la Torrita. Estas obras salpican los abrigos de los riscos que rodean los picos de la Sierra del Cabril, Valle de Belén y Sierra del Castillo.

Pero si algo caracteriza a enclave de la Sierra de Francia son los vastos paisajes, uno de sus puntos fuertes, comenzando por la Torrita, 12 kilómetros en subida solo apto para senderistas experimentados y que conduce a La Alberca. La llegada del otoño supone el momento ideal para contemplar los colores en sendas como la del Haya y el camino de La Alberca. Además, la Diputación tiene previsto señalizar el antiguo camino de los Hurdanos. «Este era el único paso natural cuando venían», revela el alcalde. Los resquicios de calzada romana aún adornan Herguijuela, rebosante de rutas, algunas no señalizadas, para visitar las ruinas del convento y otros tesoros que allí reposan.