El futuro de Béjar, al brasero

La plaza de Gómez Rodulfo en Béjar fue ayer el escenario de una curiosa actividad desarrollada por un joven estudiante de Arte y Diseño en la Escuela Massana en Barcelona.

Antonio Hoya es hijo de bejaranos y quiso aprovechar la presencia de vecinos ausentes y visitantes en estos días de Navidad para crear un espacio de diálogo y un punto de encuentro para hablar sobre el pasado y el presente de Béjar y, también, sobre su futuro. Esa plaza ubicada en la calle Mayor contó con cuatro mesas para que 16 personas calentadas con braseros de cisco pudieran mantener un diálogo sobre el rumbo que debe tomar la ciudad en una iniciativa que formará parte de su trabajo de fin de grado y a partir de la que preparará nuevas iniciativas.

“Intento crear conciencia a través de una intervención en un espacio público”, aseguró ayer para aportar su granito de arena como joven con raíces en Béjar, que vuelve cada cierto tiempo. “Quiero recoger la memoria de una ciudad que habla en pasado, pero quiero que la gente mire hacia el futuro y comenzar la primera intervención de muchas”, afirmó. Ofreció café y licores con invitación al público para que la gente hablara y, con el material generado, trabajar en nuevos proyectos.

Hasta allí se acercaron representantes vecinales y de colectivos para dar su punto de vista al promotor de la iniciativa. De esa experiencia, Antonio Hoya realizó un balance positivo por la motivación que recibió por parte de los participantes y, trabajará por seguir haciendo actividades en residencias y, quizás, promover una residencia de artistas en la ciudad.

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