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'Gallos y gallinas', el mural hiperrealista que luce en el frontón de Garcibuey. S. DORADO
Los frontones, testigos mudos de la historia

Los frontones, testigos mudos de la historia

Son una de las edificaciones más tradicionales de los municipios y con el paso del tiempo se han convertido en un estandarte que luce en muchos casos de manera original

EÑE/ Paula Zorita

Salamanca

Lunes, 14 de octubre 2024, 07:00

Una pared de color verde con una línea blanca. Cualquier persona tiene esa imagen en la cabeza cuando se menciona un frontón, pero con el paso del tiempo se han convertido en una de las edificaciones de culto en municipios y en muchos casos, eje de la vida social, cultural o festiva de las localidades. La mayoría de las cosas importantes de un pueblo, han ocurrido alrededor de un frontón porque suelen ocupar uno de los espacios más céntricos. Son testigos silenciosos de la historia.

En ocasiones, el frontón es simplemente la pared exterior de la iglesia, y en otras están techados para albergar otro tipo de citas deportivas, pero en cualquier caso, y conscientes de que son seña de identidad de un pueblo, los ayuntamientos los han modernizado y embellecido a través de grandes murales, mensajes y otros colores diferentes al clásico verde.

Las modas han cambiado, y también en el deporte. Si hoy la práctica deportiva más común es el fútbol, antiguamente lo era el frontón. Los mozos de los pueblos disfrutaban de la compañía de sus amigos en torno a la pared verde, una raqueta y una pelota, y estos espacios han gozado de largas épocas de popularidad tanto en la provincia como en el resto de España.

Quizá por esa arraigada tradición se explica que aún hoy los pueblos conserven los frontones de una u otra manera y sean punto neurálgico y de reunión de vecinos.

Muchos municipios de la provincia celebran en ellos sus comidas de confraternidad los días de fiestas patronales, conciertos musicales, espectáculos de otra índole, e incluso, en múltiples casos, las verbenas populares.

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Murales, mensajes e iconos en los frontones de toda la provincia

La provincia de Salamanca cuenta con casi doscientos frontones repartidos en los 362 núcleos rurales que posee todo el territorio.

Algunos de ellos, como es el caso del frontón de Rollán o Valdelosa, son todo un monumento dedicado a los quintos del municipio. Año tras año se añade un motivo e incluso los nombres de los jóvenes también en el de Villares de la Reina, una localidad en la que, a pesar de pertenecer al alfoz, se sigue conservando una arraigada tradición de quintos.

Otros como los de Juzbado, Babilafuente, Arabayona de Mógica, Garcibuey o Mancera de Abajo (entre otros muchos), sirven hoy como homenaje a la gente del campo. Estos frontones cuentan con grandes murales en sus paredes que sirven como homenaje a la gente del campo, en muchos casos a sus antepasados, a la ganadería o a la naturaleza en todo su esplendor.

Al erigirse en lugares privilegiados de los pueblos, los frontones también son espacios oportunos para plasmar mensajes. Es el caso de Barruecopardo, Castellanos de Moriscos o Sieteiglesias de Tormes, donde sus consistorios eligieron esta pared para mostrar su rechazo a la violencia de género.

Algo parecido sucede en Santa Marta de Tormes, cuyo amplio mural proyecta imágenes que representan a las diferentes generaciones de una mujer o como el de Pedrosillo de Alba, que alberga la pintada de tres banderas de España.

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