La más esperada en Paradinas de San Juan

“En esto que vio un hinojo, el más ramudo que había, llenose de resplandores que una gloria parecía, en medio estaba la Virgen, el niño en brazos tenía”, según reza en el romance escrito por Mariano Arenillas Sainz en 1934. Esta letrilla cuenta el modo en que se apareció la Virgen del Hinojal de Paradinas de San Juan a un pastor en un altonazo del término municipal conocido por estar poblado de hinojos.

La Virgen del Hinojal es una talla en piedra policromada datada entre los siglos XII y XIII de estilos románico y bizantino.

“La imagen me parece más de finales del siglo XII que del XIII por el niño y lo hierática que es la imagen”, opina la vecina Chelo Martín Franco, a la vez que recuerda el resurgimiento de la devoción popular a raíz del arreglo de la ermita en 1927. Según se puede ver en documentos fotográficos en 1870, el edificio estaba en ruinas.

El templo estaba semiderruido y el pozo cegado. “Había incluso animales muertos, lo limpiaron y el agua no estaba corrompida”, asegura esta paradinense que recuerda que la Virgen del Hinojal es considerada como patrona contra la viruela “porque en los tiempos en que esta enfermedad abundaba en España, muchas personas se curaron con esta agua”, cuenta.

Hace no muchos años se produjo otro suceso milagroso en este pozo. Una señora cayó al fondo y fue salvada milagrosamente con vida. Unas vecinas que caminaban en su paseo diario hasta la ermita se acercaron a beber agua del pozo y escucharon voces al principio se asustaron y salieron corriendo, pero al seguir oyendo las voces volvieron a entrar, se asomaron al pozo, y escucharon a una mujer pidiendo auxilio que había conseguido mantenerse a flote al sujetarse en uno de los escalones de hierro que tiene para las labores de mantenimiento del mismo.

Dos sacerdotes fueron de los principales promotores en la recuperación de la devoción de la Virgen del Hinojal, uno de ellos era el tío de Chelo Martín Olivares, Miguel Franco Olivares, beneficiado de la catedral de Zamora, y Gabriel Palomero Díaz, canónigo lectoral de Santander.

Según recuerdan haber escuchado decir a sus antepasados la alcaldesa Flori Castillo y Chelo Martín, el primer año que se hizo procesión con la Virgen del Hinojal desde la ermita a la iglesia parroquial después de haberse restaurado la ermita se hicieron hogueras en todo el trazado. Son varios kilómetros de distancia.

En aquellos tiempos la fiesta se celebraba el 8 de septiembre, ahora se intenta hacer coincidir con el último fin de semana de agosto.

El recibimiento de la Virgen se sigue manteniendo de una forma grandiosa, el de esta semana fue un ejemplo con la participación de niños con luces y muchos fieles desfilando desde la reja y un acto a la entrada del templo.

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