El emotivo homenaje de Escurial de la Sierra a su patrona

Un apacible y armonioso Escurial de la Sierra acogió hoy en su seno uno de los actos centrales de las fiestas de Santa Marina, precisamente el de la misa y la procesión de la patrona, a la que, tras la liturgia y el ofertorio en el interior del templo, sacaron con sumo cuidado al porche de la iglesia, para descubrir una lluvia incipiente.

Se produjo un momento de vacilación, pero finalmente el recorrido se inició con un centenar de vecinos engalanados para la ocasión, y ni siquiera hubo que variar el trayecto. El tamborilero abrió paso entre las calles de Escurial, con algunas subidas que, como si se tratara de otra tradición, provocan cada año que, en un tramo del recorrido, la mitad de los vecinos se desvíe por un atajo para encontrarse todos nuevamente en la iglesia que, desde las alturas del pueblo, recibe nuevamente a la imagen de Santa Marina.

La lluvia, aunque sorprendió a algunos durante la misa y después de esta, resultó muy leve y no se atrevió a interrumpir los actos, contenida en un oscuro cielo lejano. Lo que sí hubo que combatir fue el duro sol en una procesión exigente físicamente, que no logra achantar, sin embargo, a ninguno de los fieles.

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