Emoción y riesgo con dos carreras en Pereña

A pesar del fresco que acompañaba la mañana de este sábado, los vecinos de Pereña de la Ribera acudieron en tropel para ver el primero de los encierros de las fiestas de septiembre de este municipio arribeño.

Un encierro en que tomaron parte cuatro novillos de la ganadería de Valdeflores y que se dividieron en dos carreras para que cada pareja de novillos estuviera acompañada por tres bueyes. Antes de la cita taurina, la localidad comenzó la mañana con un chocolate en la peña de la Plaza y un pasacalles de los peñistas acompañados por la música de la charanga La Escala 2.0, que sirvieron para ambientar los momentos previos al encierro llenando con sus coloridas camisetas y sudaderas el recorrido y la plaza de toros de Pereña, punto final de las carreras de los animales.

Pasados unos minutos de las 11:00 horas, el primer cohete avisó del inicio del festejo, con la subida de los manos hasta el corral móvil de donde partían los novillos. Una vez agrupados, la mañana bajó la calle que conecta con la plaza a toda velocidad, en un recorrido urbano corto, de algo más de 600 metros, que en la primera carrera se completó rápido y sin sobresaltos.

Una vez los novillos fueron encerrados en los corrales de la plaza se procedió a la segunda carrera que tuvo algo más de riesgo: Uno de los mansos apareció en dirección contraria a los mozos cuando la mañana ya había salido y se encontraba en mita del trayecto, lo que obligó a los corredores a estar atentos a este animal y al novillo que se adelantó del resto. Sin embargo, no hubo que lamentar ningún percance.

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