El vecino de Peñaranda que construyó una rampa cutre en la vía pública por su cuenta y riesgo

Mientras el grupo Popular no dudó en calificar la intervención de “chapucera” y pedía la supervisión del técnico municipal competente en la materia, el equipo de Gobierno del PSOE salió al paso de la acusación asegurando que se trataba de la acción de un vecino de la citada calle y que no tenía nada que ver con los operarios del Ayuntamiento. De hecho, y según fuentes municipales, el mencionado vecino, con problemas de movilidad reducida, acudió al Ayuntamiento a principios de mes para quejarse de que los contenedores de basura estaban justo en el paso de peatones impidiendo el paso y que la rampa que hay en la calle Arapiles “tiene un resalte que le impide subir con la silla de ruedas”.

El afectado parece que no estaba muy dispuesto a esperar la intervención municipal y llevó a cabo su intención de arreglar el asunto con un saco de cemento como así ha sucedido y ante lo que la Policía Local ya ha abierto un expediente.

Oposición. Una vez conocidos los detalles del curioso caso, la portavoz del grupo municipal Popular, Carmen Familiar, afirmó que aunque no se trate de una actuación municipal “un hecho semejante deja al descubierto la necesidad de vigilar más para evitar que se produzcan estas cosas y cada uno pueda hacer lo que le venga en gana en lugares públicos”, afirmó.

Sin autorización. Desde el equipo de Gobierno se reiteró que evidentemente la actuación del vecino no tenía ningún tipo de autorización y que en su visita al Ayuntamiento se le informó de las próximas obras en materia de accesibilidad que se iban a realizar en varias zonas del casco urbano y dentro de las que se atendería su petición.

Solución. Fuentes municipales avanzaron ayer que por parte del Ayuntamiento se dará una solución al “pegote” de cemento junto a la acera y que posiblemente, al igual que se ha hecho en otras calles, se hará una pequeña rampa con brea que permita librar el bordillo a las personas que van en silla de ruedas.