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Viernes, 11 de septiembre 2020, 11:23
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La Sierra de Béjar y Candelario es considerada el techo de la provincia. Sus cumbres nevadas son el único ejemplo de paisaje glaciar con el que cuenta Salamanca, lo que cada año atrae a cientos de turistas hasta este singular espacio natural.
La espectacularidad de este rincón hizo que en octubre de 2006 la UNESCO aprobara su inclusión en la lista mundial de reservas de la biosfera, junto con la Sierra de Francia. De hecho, la justificación para entrar en este selecto club de espacios verdes fue su alto valor medioambiental, enmarcado en una de las zonas más montañosas de Salamanca.
Más de 10.000 hectáreas de terreno conforman es lugar único perteneciente al Sistema Central salmantino, con cumbres que superan los 2.400 metros de altitud, como las de la Ceja o el famoso Calvitero.
A sus particulares condiciones climáticas se une la riqueza cultural y artística de sus pueblos, entre los que destaca Candelario, con sus batipuertas y regaderas por donde corre el agua que desciende de la sierra.
Cerca de esta villa se encuentran también otros dos “Conjuntos Históricos”, como son Montemayor del Río y Béjar, donde el pasado medieval se mezcla con su reciente historia textil, como prueba su popular Ruta de las Fábricas Textiles.
Y para los amantes de los deportes de nieve mención especial merece la estación de esquí Sierra de Béjar-La Covatilla, que ha convertido la zona en un lugar único en la provincia.
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