El SOS de las murallas salmantinas

La villa de Monleón es otro de los casos donde el estado de su cerca medieval no es el más óptimo, tal y como viene denunciando el Consistorio desde hace años. La Junta de Castilla y León ejecutó una obra de emergencia para fijar una parte del muro que sufría una grieta considerable, pero el resto de actuaciones solicitadas desde el Ayuntamiento esperan aún respuesta del Ejecutivo autonómico. Es, junto con la de Ciudad Rodrigo, la muralla con mayor deterioro y riesgo de derrumbe.

El alcalde, Juan María de Arriba, así lo confirma: “Hicieron excavación arqueológica al acabar la obra y lo volvieron a tapar, dijeron que iban a hacer algo más pero todo se ha paralizado. La coronación y la cimentación es lo que peor está y tampoco sabemos qué pasa con la declaración de Conjunto Histórico Artístico. Nos obligan a todo lo que nos obligan pese a no ser conjunto. A la hora de hacer cosas bien que se nos piden informes de arqueólogos, te cambian los planes, te cambian todo y así seguimos. La vida nos dio Eloy Ruiz, el delegado de la Junta, para el tramo que se arregló porque lo movió él, pero ahora está todo parado”.

También Ciudad Rodrigo venía reclamando, al menos desde el verano pasado, la necesidad de intervenir en varios puntos de su muralla que, finalmente, cedió en un tramo de la zona de la plaza de Herrasti. Solo se ha intervenido en los últimos años en la puerta de la Colada, pero el dossier enviado por el Ayuntamiento al Ministerio de Cultura pone el foco en tres puntos donde se considera necesaria una actuación urgente: el lienzo interior en la calle Campofrío; la Puerta del Conde; el escarpe de la calle Nogales Delicado, y el lienzo exterior del tramo entre La Batería, junto al Castillo de Enrique II de Trastamara.

Los problemas son periódicos y, en menos de una década, ha habido incidencias en las murallas de Ciudad Rodrigo, Monleón, Ledesma, Miranda del Castañar y Alba de Tormes, entre otros.

Apenas han pasado quince días desde que el Ayuntamiento de Montemayor del Río ha terminado de limpiar su tramo de muralla. Según precisa el alcalde, David Luengo, hay algunos puntos en peor estado pero, por regla general, el estado de conservación en su conjunto es bueno.

Eso sí, aquí, como ha sucedido en Béjar, el problema es el crecimiento de la maleza que en Montemayor han atajado limpiándola directamente para evitar que el crecimiento de la vegetación dañara la imagen del muro y provocara problemas por el efecto de las raíces.

Eso sí, las lluvias de meses atrás sí provocaron un corrimiento de tierra en la avenida de Béjar en las proximidades del cementerio de la localidad, que se encuentra anexo al castillo de San Vicente. La zona está vallada por seguridad ante el riesgo de caída del material de relleno que cubría aquella zona de la avenida de Béjar.

Las lluvias han sido el principal enemigo de las murallas de la provincia. Han provocado daños en Monleón o en Ledesma (aquí, en 2013 y 2016) y lo hicieron en noviembre de 2016 en Miranda del Castañar cuando se produjo un derrumbe en una zona cercana al tramo de la bajada desde el Castillo y la Casa Consistorial; el mismo entorno donde unos años antes se había producido otro desprendimiento de piedras en un lienzo que fue restaurado.

En aquel momento, el Ayuntamiento de la localidad ponía de manifiesto la necesidad de llevar a cabo una intervención integral porque la vegetación, sobre todo las higueras, afectaban de forma notable la estructura de la muralla. Se intervino en el punto afectado por el desprendimiento, pero la intervención global no llegó, como tampoco lo ha hecho a la villa de Monleón. Mientras tanto, la climatología y la vegetación siguen dañándolas.

Apenas han pasado quince días desde que el Ayuntamiento de Montemayor del Río ha terminado de limpiar su tramo de muralla. Según precisa el alcalde, David Luengo, hay algunos puntos en peor estado pero, por regla general, el estado de conservación en su conjunto es bueno.

Eso sí, aquí, como ha sucedido en Béjar, el problema es el crecimiento de la maleza que en Montemayor han atajado limpiándola directamente para evitar que el crecimiento de la vegetación dañara la imagen del muro y provocara problemas por el efecto de las raíces.

Eso sí, las lluvias de meses atrás sí provocaron un corrimiento de tierra en la avenida de Béjar en las proximidades del cementerio de la localidad, que se encuentra anexo al castillo de San Vicente. La zona está vallada por seguridad ante el riesgo de caída del material de relleno que cubría aquella zona de la avenida de Béjar.

Salvatierra de Tormes, pasos para promocionar y proteger su entorno

Salvatierra de Tormes cuenta con varios tramos de muralla: una zona, en la calle Condado, donde algunos edificios anexos al muro se derruyeron, y la otra, la icónica puerta del Río. Esta última es una de las zonas más visitadas por los turistas y está ubicada junto al castillo de la Mora encantada. El Ayuntamiento de la localidad se encuentra dando pasos para conservar todo este patrimonio pero en gran parte sigue estando en manos de la Confederación Hidrográfica del Duero.

Eso sí, junto a la puerta del Río, ha puesto en marcha una pasarela de acceso al patio de armas para facilitar la observación de aves por el día y de estrellas por la noche. Esta zona del Tormes es un importante lugar de estancia y paso de aves por lo que, al menos en cierta medida, se frena el deterioro que ha venido sufriendo el patrimonio de la villa.