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Los vecinos de Valdehijaderos acompañaron a Mariló Díaz hasta Béjar para tratar el asunto del cepillo de la iglesia. TEL
El enfrentamiento entre vecinos y cura llega a la Guardia Civil en Valdehijaderos

El enfrentamiento entre vecinos y cura llega a la Guardia Civil en Valdehijaderos

Una vecina declaró ayer en Béjar arropada por dos decenas de personas | Los fieles de la localidad instan al Obispado de Salamanca a intervenir

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Viernes, 20 de enero 2023, 23:38

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El conflicto suscitado por los 303,50 euros del cepillo de la iglesia de Valdehijaderos sumó ayer un nuevo capítulo con el encuentro de vecinos de la localidad ante el cuartel de la Guardia Civil de Béjar para manifestar su respaldo a Mariló Díaz, vecina que había sido llamada a declarar por el asunto del cepillo de la parroquia.

Al parecer, el juzgado de Béjar remitió a la Guardia Civil un escrito que había recibido sobre el dinero del cepillo de la iglesia, que los vecinos se niegan a entregar al párroco mientras no incluya a algún autorizado en la cuenta de la parroquia. “Me llamaron del cuartel el miércoles a las diez de la noche para que viniera”, señaló Mariló Díaz, que accedió al interior del cuartel junto a su marido, mientras los vecinos de la localidad esperaban en la calle. “Me han preguntado sobre lo que ocurrió en la fiesta de San Juan en la misa, que se decía que estábamos quitando el dinero al cura, pero, como hemos dicho siempre, el dinero lo cogimos y le pedí el número de cuenta y no me lo dio. Lo hemos cogido un par de veces”, aseguraba Díaz, que acudió al cuartel con los 303,50 euros del conflicto. “A ver qué pasa con el Obispado, cuándo nos quiere ayudar porque hay que arreglar la iglesia”, añadían los vecinos.

“Esta guerra es absurda y el problema es que haya que llegar a esto por una tontería”, señalaban también los presentes, que piden que el Obispado de Salamanca tome cartas en el asunto porque, añadieron, “se está quedando sin feligreses y estamos perdiendo la fe”. De hecho, según señalaban ayer, llevan tres meses sin participar en la misa “y no se ha hecho nada por Navidad”. La llamada se realizó a Mariló Díaz después de que fuera la vecina que alzó la voz el pasado mes de diciembre y su nombre quedara reflejado en una información publicada por este periódico el pasado 17 de diciembre de 2022. De hecho, según recoge la diligencia de comparecencia de testigo, “la persona reseñada aparece en la noticia publicada en LA GACETA”. Parte de las preguntas que se le realizaron ayer tenían como base las declaraciones realizadas en este diario. Ella, respaldada por un numeroso grupo de vecinos de la localidad, se reafirmó, tanto en el cuestionario de la Guardia Civil como en el exterior del cuartel en que el único fin que les mueve es el de poder arreglar la iglesia. Y es que las humedades y las goteras son notables y las paredes necesitan también una actuación. Confían en que el Obispado de Salamanca les escuche esta vez y pueda incluir la iglesia de la localidad dentro de las obras previstas en el nuevo convenio de cubiertas firmado recientemente entre la Diputación de Salamanca y los tres obispados de la provincia.

Al parecer, la Guardia Civil de Béjar intentará hablar también con el párroco y el alcalde de Valdehijaderos para intentar encontrar una solución y recuperar la concordia por una cuestión relacionada con las cuentas de la parroquia. Investigará también el origen del escrito que llegó al juzgado, que no parece ser el único que hay dado que también puede haber llegado otro escrito al Ayuntamiento de la localidad.

La situación se ha enconado y la relación entre el párroco y los fieles parece rota. Piden la intervención de las instancias superiores ya que, según denunciaron también, hay feligreses que han encontrado problemas a la hora de celebrar bautizos o primeras comuniones, tanto en Valdehijaderos como en otros municipios del entorno (Pinedas, por ejemplo).

“La gente ha venido para apoyarme”, concluía Mariló Díaz al salir del cuartel en presencia de más de una veintena de vecinos de la localidad, que con su presencia mostraban también su desacuerdo en la forma de gestionar las cuentas de la parroquia y reclamaban la intervención de instancias superiores. Ahora, tras esta movilización espontánea (la llamada de la Guardia Civil se produjo el miércoles por la noche), los vecinos creen que la pelota está en el tejado de la Diócesis de Salamanca dado que, creen, es la que tiene que intervenir para dar una solución a este problema.

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