Diversión asegurada y citas masivas para saciar el apetito festivo en Villoria

El epicentro de la jornada fue esta comida popular. El comienzo sonó con las trompetas, saxos y percusión de la charanga ‘El Tinglao’ que arrastraron a los peñistas que no habían dormido por las calles del pueblo hasta La Alameda. En este emblemático parque municipal varios voluntarios se encargaron de repartir hasta 600 vasos de chocolate con churros. Después la comitiva se dirigió al recorrido habilitado para la suelta de reses bravas, donde se llevó a cabo el segundo de los encierros de estas fiestas en honor a la Virgen de la Vega.

Los encargados del festejo taurino primero soltó un novillo marón y después otro del mismo color, ambos de forma individual. Para devolver cada uno de ellos a los corrales fue preciso recurrir a los dos bueyes de grandes dimensiones, que una vez junto al bravo astado caminaron juntos hasta los corrales. El festejo se desenvolvió sin problemas y con celeridad. Además la mayor parte del público parecía tener ganas de que se terminara para ir a dormir, porque muchos habían permanecido toda la noche de fiesta. Querían descansar para seguir devorando el resto de platos de la jornada.

Por la tarde, la plaza de toros de La Vega acogió el divertido gran prix de peñas y una entretenida capea.

La noche contó con dos partes bien diferenciadas para dar satisfacción a todos los gustos. Media hora antes de la madrugada, la artista Laura Cerdeño protagonizó un espectáculo de coplas y pasodobles pensado en las parejas y personas mayores. Para todos los públicos, pero orientado a jóvenes y adolescentes estaba la macrodiscoteca Alefrán. Música, espectáculo, gogós y otra serie de alicientes forman parte de este espectáculo que ha tenido lugar esta madrugada. Esta es otra de las citas que suele servir de atractivo para ayudar a que personas de otros lugares hagan que las noches de esta localidad hayan sido las más frecuentadas en kilómetros a la redonda. Hoy la nochevieja villoreja pone el punto final a las fiestas.