Curso de rescate en accidentes de tráfico en Ciudad Rodrigo

Salamanca registró durante el año 2023 un total de 1318 accidentes de tráficos según los datos de la Dirección General de Tráfico, y en un alto número de ellos, las víctimas quedaron atrapados dentro del amasijo de hierro en que quedó el vehículo.

Por ello, personal de emergencias sanitarias de Ciudad Rodrigo Robleda, Fuentes de Oñoro, Lumbrales, Aldeadávila, Fuente de San Esteban, La Alberca y Vitigudino participan en un curso de dos días para adquirir habilidades y experiencia para afrontar este tipo de situaciones y realizar una labor coordinada y eficaz ante tal suceso.-

“El objetivo es ver un poco cómo hay que actuar en un accidente de tráfico, cómo coordinarse con otros servicios de emergencia como son Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil o Bomberos. La clave es trabajar todos al unísono en esa circunstancia”, explica Fernando Nieto, enfermero UME de Ciudad Rodrigo e instructor de esta formación que contó con una sesión formativa teórica online y que este lunes y martes, pasa al momento de poner en práctica lo aprendido.

Los participantes en este curso han recibido nociones sobre seguridad, como por ejemplo el uso de cascos y gafas para, por ejemplo, evitar que al romper un cristal este cause daño en el sanitario. Una forma de automatizar ciertas acciones de cara a un eventual suceso real.

“Hay que practicar, hay que entrenar como trabajamos en estas situaciones y que cuando seamos requeridos en un accidente, saber qué hacer. De Esta manera podremos prestar un mejor servicio”, señala Fernando. Cerca de una treintena de profesionales tomaron parte en la sesión de ayer lunes, que durante todo el día permitió realizar trabajos en varios coches volcados para la ocasión, pasando por todos los procesos que se pueden dar en un accidente: desde la rotura segura de un cristal, la rotura del freno de una puerta para ganar espacio y capacidad de maniobra, y por supuesto, el rescate de víctimas atrapadas en su interior.

Todo ello bajo una máxima que debe marcar el trabajo del rescate: tan rápido como puedas, tan despacio como debas. “En función del estado de los ocupantes o lo seguro que pueda ser el entorno, debemos trabajar rápidos, pero sin crear más peligros. Las prisas no son buenas consejeras nunca y en estos sucesos menos”, apunta el instructor de la formación.

Una labor que tiene también su vertiente psicológica a la víctima, “que es fundamental, para darle indicaciones básicas de seguridad, sacar información de su estado y tratando de evitar el nerviosismo que tienen, como es lógico”.

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