Fe de Corpus bajo un cielo de tormenta en Ledesma

Ledesma se engalanó esta mañana para rendir culto al Cuerpo de Cristo en una jornada matinal que ha combinado el peso de la tradición con el latido más humano de la villa. El bochorno apretó desde primera hora, y el cielo, encapotado, amenazó con deslucir una celebración que, pese a todo, se desarrolló con brillo y recogimiento.

La liturgia tuvo su punto de partida en la iglesia de Santa María la Mayor, donde se ofició la misa solemne ante un templo colmado de fieles. El ambiente olía a incienso, romero y tomillo.

A la salida, el pueblo se volcó. Las calles de la villa se convirtieron en escenario del fervor popular, con vecinos ataviados con sus mejores galas, como mandan los cánones de una tradición que atraviesa generaciones. El cortejo estuvo encabezado por tres tamborileros, que marcaron el paso solemne del estandarte al son de la música tradicional.

Este año, el recorrido tuvo un inicio especialmente emotivo: la primera parada del estandarte fue en el altar instalado en una de las residencias de mayores del municipio. Allí, ante los rostros emocionados de quienes llevan la historia de Ledesma en la memoria, se vivió uno de los momentos más sentidos de la mañana.

Tras ese instante íntimo, la procesión prosiguió su camino por las calles engalanadas con más altares para la ocasión.

Mañana la festividad de Corpus prosigue con la comida para los mayores a las 14:00 horas en el pabellón con música y baile. A las 18:00 horas habrá concentración de pandas y charanga en la Plaza del Mercado y a las 18:30 horas, final del Certamen Rosquilla de Oro con vacas de López-Chaves, suelta de vaquillas y encierro infantil. A medianoche, orquesta 'Pikante' en la Plaza del Potro y disco móvil.

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