Los cenizos despiden con tristeza al Carnaval del Toro

La tristeza del adiós y la esperanza del regreso se fundieron este martes en el fuego que representó el final del Carnaval del Toro de 2025 en Ciudad Rodrigo. Una tarde con cierto sabor agridulce, ya que los amantes de la fiesta carnavalera tendrán que esperar 365 días para volver a juntarse en el rectángulo mágico y sentir el aroma indescriptible de esta localidad durante los días de fiesta.

Como no podía ser de otra manera, el toro fue el centro de atención de todos los presentes. Un astado diferente al resto eso sí, realizado con cartón y cola, con color naranja, el tono farinato que representa a Miróbriga y sus asociaciones y peñas. Estos mismos grupos que hicieron una vez más gala de sus hospitalidad y amabilidad, en la Plaza del Buen Alcalde con el cierre simbólico de las casetas, donde se repartieron viandas a todos los presentes, farinato incluido, y un buen trago antes de poner en marcha el ritual de la despedida.

El pasacalles de Cenizos juntó a un nutrido grupo de personas que siguieron el periplo del anaranjado animal hasta la zona de las casetas y posteriormente de vuelta hasta la Plaza Mayor, secundado por representantes de las 29 peñas y asociaciones del Carnaval, que portaban varias antorchas encendidas, simbolizando el fuego que pone fin a estos días. Una vez en el ágora, depositado el animal en el centro, los mirobrigenses y visitantes cumplieron otra tradición del Martes de Carnaval: colocar las gargantillas de San Blas para que sean pasto de las llamas.

Posteriormente, el círculo de antorchas prendió fuego a este peculiar animal, mientras los fuegos artificiales llenaban de luz el cielo de la localidad mirobrigense y las miradas se llenaban de recuerdos para empezar la cuenta atrás hasta el próximo Carnaval del Toro y reencontrarse con su fiesta más única.

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