Así han sido los terremotos que han azotado la provincia de Salamanca
El de Cerezal de Peñahorcada fue el más grave alcanzando los 3,2 grados de Richter
Los movimientos sísmicos de la provincia, si bien escasos (44), también han sido leves. El de mayor magnitud fue el primero registrado por el Instituto Geográfico Nacional, en 1973, en Cerezal de Peñahorcada, que alcanzó los 3,2 grados de Richter. El resto, todos han estado por debajo.
Para poder comprender este dato, la institución cuenta con un documento explicativo donde se muestran las consecuencias reales que tienen los terremotos según su grado de magnitud. Tal y como indica, se organizan de manera ascendente en daños desde el grado 1 hasta el 12. Los movimientos sísmicos de grado 3, como el más “notorio” notificado en Salamanca, por ejemplo, solo son sentidos por algunos dentro de los edificios y los objetos colgados oscilan levemente, pero no se produce ningún daño. El de 2011 de Lorca, por ejemplo, tuvo una magnitud de 5,1 grados Richter; y el de la semana pasada en Turquía y Siria alcanzó los 7,8 grados de Richter.
Los daños, según se ha podido ver a través de la información compartida por diferentes medios de comunicación, coinciden con la magnitud, aunque, según manifiesta Daniel Hernández, geólogo y divulgador de Salamanca, también hay que tener en cuenta la intensidad. En este sentido, aclara que por intensidad se pueden entender los daños que se producen y, por tanto, entran en juego más factores, como la calidad de las construcciones y la evolución de las alertas que pueden predecir estos fenómenos. Por eso, según la zona y su nivel de desarrollo y avances, un terremoto con los mismos grados de magnitud en la escala de Richter puede tener diferente intensidad, es decir, daños.
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