Borrar
Ana de Rojas Pardo Manuel de Villena posa con un ejemplar de su último libro. D. SÁNCHEZ
Ana de Rojas: «Soy un verso suelto y no consulto a nadie. He tenido a familiares en mi contra»
ENTREVISTA

Ana de Rojas: «Soy un verso suelto y no consulto a nadie. He tenido a familiares en mi contra»

La escritora, hija del V Conde Montarco, recoge la historia y retrata las dos caras de la nobleza a través de sus libros

D. Sánchez

Ciudad Rodrigo

Miércoles, 14 de agosto 2024, 16:49

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Compartir unos minutos de conversación con Ana de Rojas Pardo Manuel de Villena, hija del V Conde de Montarco, es un viaje fascinante de emociones a través de la historia de un linaje de la nobleza española que no deja a nadie indiferente.

Se está convirtiendo en una especie de biógrafa del linaje de los Montarco, con lo bueno y lo malo que guarda siempre una familia ¿le ha generado algún problema?

—Siempre he sido un verso suelto y no consulto a nadie. Todas la investigaciones que hago son el legado que mi padre me dejó en sus archivos, que despertó mi curiosidad. Y sí, involuntariamente parece que he asumido ese rol. Nadie se ha opuesto a mis libros, pero si en otros temas hay miembros que dicen que no debo de hablar. Sin embargo, por mi experiencia profesional, a un periodista siempre se le debe contestar lo que pregunta.

¿Con otros temas se refiere a su hermanastra, que decía ser hija del rey emérito?

—El libro donde se decía eso fue una explosión y yo entendía que tenía que contestar. En la familia no querían que dijera nada, estuvieron en mi contra, algunos muy cercanos se pusieron hasta agresivos, pero era por desconocimiento de cómo funciona la prensa. Yo sólo respeté el deseo de mi padre durante 40 años, la habíamos tratado como una hermana, sabiendo como sabíamos que no era su hija y ni mucho menos lo era del entonces rey Juan Carlos. Todos sabíamos quien era su verdadero padre, un portugués. Lo que tiene mérito es una señora que le cuela la misma historia a dos personas, a mi padre y al rey.

¿Ha cambiado mucho la nobleza con el paso del tiempo?

—Los valores éticos y estéticos eran diferentes a los de ahora, buscaban el beneficio de su país, había un sentido patriótico. Las nuevas generaciones no tienen el arraigo a su tierra. Tener un título de nobleza supone que pertenece a un grupo social que debe ser ejemplarizante para los demás, algo que ahora no lo es, estando en la televisión y las revistas del corazón todos los días. El título de noble esta muy desvirtuado y solo hacen cosas pensando en si mismos, desde los Alba hasta el último, tratando de mantener su economía, que por cierto está bastante tocada, aunque casi todos sean pobres de necesidad.

¿Qué recuerdos tiene cuando ve el Palacio de Montarco, la que fue su casa?

—Era nuestro hogar, tengo multitud de anécdotas de esa vida como a llegada de los montaraces a dejar los caballos... Claro no vivíamos como todo el mundo, nuestra casa era un palacio y teníamos una corte de servicio que nos mantenía, pero estábamos huérfanos todos el tiempo. A mis padres los veíamos en Navidad, Semana Santa y el mes de agosto, el resto del año estábamos solos y eso quizás nos hizo muy sociables.

Hoy presenta su último libro en Ciudad Rodrigo...

—Conmigo acabará el linaje de Montarco y De rojas en esta tierra y me entró una pena tremenda y quiero dejar nuestra huella en la ciudad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios