El Vía Lucis, contra viento y marea

La amenaza de lluvia y el frío de estos primeros días del mes de abril no impidieron este sábado la celebración de la vigésimo segunda edición del Via Crucis que se celebra entre las localidades de Beleña y Fuenterroble de Salvatierra. Un camino a la luz y la Resurrección, que congregó a más de dos centenares de personas llegadas desde muy diferentes lugares, que acudieron fieles a su cita en la semana posterior a la Semana Santa.La jornada dio comienzo en la residencia de Beleña con el chocolate para todos los presentes y con los preparativos de las estatuas que acompañan a los caminantes durante el recorrido y que se llevaron en tractor y en carros. Desde allí, la comitiva partió al ritmo de los dulzaineros hasta la iglesia parroquial de Beleña, donde tuvo lugar la eucaristía y el nombramiento de cofrades de honor y mayordomos. Los cofrades de honor fueron este año Enrique Iglesias, Bonifacio Hernández y Fermín Sánchez, que se encontraban ya en el camino realizando labores de intendencia. Por su parte, los cuatro mayordomos de este año fueron María del Mar Rodríguez, Torcuato Rodríguez, José Ignacio Hernández y Ana Rosa Barrado. Antes la partida, ya fuera a pie, a caballo, en coche o en moto, Blas Rodríguez, recordó a todos los presentes la importancia de preservar el medio ambiente. Les animó a que aprovecharan para observar a lo largo del recorrido, que supera los treinta kilómetros.Con la salida desde Beleña, comenzaba un itinerario que tuvo sus paradas en Sanchituerto, Sayaguente, Pedrosillo o la Fuensanta de Navarredonda de Salvatierra, pedanía de Frades y donde el Ayuntamiento de esta localidad ofreció ya por la tarde un convite a dulces de la tierra. Llegaron también a la zona de Palacios y Casafranca, para dirigirse desde allí, como recorrido final a Fuenterroble.