2.000 pequeños viajaron por el mundo con el Divierteatro

Divierteatro, la actividad complementaria por excelencia de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo clausuró ayer cuatro días de diversión y creatividad con más de 2.000 participantes que pudieron descubrir el teatro en sus diferentes formas a través de la treintena de actividades programadas en este espacio de la Plaza del Buen Alcalde.

El afecto y el acercarse al teatro con una visión global fueron el motor principal del Divierteatro en 2025. Uno de los talleres más éxitos fue el maletas, utilizando cajas y elementos de decoración, los pequeños y pequeñas elaboraban su complemento de viaje indispensable para recorrer los cinco continentes. Otros talleres permitieron conocer cómo el maquillaje difiere en la concepción teatral de cada lugar del mundo: desde el Kabuki y el Noh japonés, pasando por el espíritu de la tierra, fueron muchos los participantes que con la cara pintara fueron visitando otros talleres.

Un peculiar cluedo teatral, en el que un grupo reducida tenía que descifrar el estilo de comedía teatral gracias a un pequeño número de pistas o un juego de símbolos y letras, pusieron a prueba el ingenio de todos aquellos que se dejaron caer por esta céntrica plaza mirobrigense. El ir y venir de los participantes por todos los puestos fue una constante durante todos los días de la actividad.

Denis Rafter, un clásico de la feria y de Divierteatro, sedujo a todos los que se detuvieron para escuchar sus «Cuentos de la cigüeña» y con detalle muy peculiar: la localización dentro de la plaza de Cerralbo, situándose en el mismo punto donde, hace 17 años, realizó su primer cuentacuentos de Divierteatro. Un guiño a la fidelidad y el buen hacer de Rafter como contador de historias.

Otra parte asociada a esta actividad es Palabreando, una forma curiosa de jugar con el lenguaje de una manera amena, accesible y divertida, sin olvidar la zona situada en la Plaza del Conde, donde los más pequeños, hasta los tres años, pudieron sentir la magia del teatro gracias a Habichuela Cuentos y otras propuestas.

El último día dejó un buen sabor de boca a todos, con algunos participantes que aprovecharon para repetir su paso por el teatro Lambé-Lámbe o sentarse por primera vez delante de los timbales del taller de percusión y danza africana que dio ritmo durante toda la mañana a la Plaza del Buen Alcalde. Y todo con una organización exquisita por parte del equipo de monitores y personal de apoyo de la organización del festival, con la coordinación de Miriam Hernández, haciendo que los participantes disfrutaran de todas las actividades y con la tranquilidad de los padres que miraban con cierta envidia sana, las caras sonrientes y divertidas de sus hijos.

La Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo y Divierteatro se despidieron de todos hasta el próximo año, en el que volverá con ideas nuevas, propuestas diferentes y multitud de talleres y actividades con un único objetivo: sembrar la semilla de las artes escénicas y la cultura en las generaciones más jóvenes.

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