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Tudanca iba menos borracho

Miércoles, 19 de mayo 2021, 05:00

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Daniel Llanos ha dejado todos los cargos en el Ayuntamiento y en el PP. Ha hecho bien y ha demostrado coherencia. Los políticos deben ser como la mujer del César, que no solo tienen que ser ejemplares, sino parecerlo.

A Llanos, ya exconcejal de Fomento y Juventud, no hay nadie -al menos yo no lo he escuchado estos días de tortura desde que dio positivo al volante- que se le discuta su capacidad de trabajo y su dedicación a Salamanca desde la política municipal. Nadie. Ni siquiera la oposición ha escatimado en elogios por su entrega a una de las áreas más complejas de cualquier Ayuntamiento.

Más emocionado que Daniel Llanos, estaba ayer el alcalde, Carlos Carbayo, que se deshizo en elogios como persona y como concejal, pero reconoció –a diferencia de lo que se suele hacer en política- que la dimisión es una decisión acertada y que engrandece a quien asume su culpa. “Somos humanos y cuando nos equivocamos asumimos la responsabilidad”. Carbayo guardó la compostura, aunque en más de una ocasión se le entrecortó la voz. Demostró que la política no está exenta de sentimientos, aunque el alcalde era el primero que sabía que no había alternativa.

Daniel Llanos no tenía otra salida que dimitir y lo ha hecho. Por dignidad, por ejemplaridad y porque los errores en política tienen consecuencias, ha hecho lo correcto. Ha acertado y aunque en estos momentos crea que puede ser un adiós definitivo a lo que ha sido su gran pasión, muchas veces de los traspiés surgen oportunidades.

Sin embargo, hay otros que pretenden dar ejemplo de moralidad cuando en 2008 y siendo diputado nacional también fueron pillados conduciendo bajo los efectos del alcohol. Con una tasa menor, sí. Es el caso de Luis Tudanca, secretario general de los socialistas de Castilla y León y líder del principal partido de la oposición.

¿Dimitió Luis Tudanca entonces? No. Dijo que no consideraba que fuera un motivo para presentar su dimisión. Siguió en la poltrona política como parlamentario nacional. Estos días podría haberse callado para evitar cometer la osadía de dar consejos que para él no tiene. Era lo prudente. Pero no ha sido así.

El lunes le pidió al presidente regional de Castilla y León que obligara a dimitir al concejal de Salamanca. Salió el socialismo más carroñero, el que solo piensa en los votos, en el rédito electoral, el que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, el de la desvergüenza y el que es capaz de destrozar a una persona por un supuesto pecado cometido hace 20 años, como hizo el PSOE de Luis Tudanca y Fernando Pablos con Bienvenido Mena.

Tudanca no dimitió porque iba menos borracho. Tudanca siguió en su escaño porque lo suyo fue una infracción administrativa y no un delito y porque si eres un amoral, puedes sacar pecho ante el electorado sin que se te caiga la cara de vergüenza.

La ética no tiene nada que ver ni con la ley ni con los jueces, pero sí con el compromiso con los ciudadanos. Los socialistas obligaron a dimitir a Bienvenido Mena por un pecado, si es que lo fue, de hace veinte años. Pero él sigue en la política sin dimitir por cientos de pecados que tienen que ver con la falta de ética y con la escasa ejemplaridad.

Hace unos días, un concejal socialista de un pequeño pueblo de esta provincia fue pillado en una fiesta donde se transgredían todas la normas anti-covid. Fue el propio alcalde, del PP, quien pidió que no se hiciera sangre con el asunto. Nadie del PP solicitó a Fernando Pablos o a Luis Tudanca, como máximos responsables del PSOE en Salamanca y en Castilla y León respectivamente, que obligaran a marcharse al joven edil. Ni siquiera intentaron sacar rédito electoral con el asunto. Daniel Llanos ha hecho lo que tenía que hacer, pero le ha dado un ejemplo al secretario regional de los socialistas, que ahí sigue sin dimitir.

Igual Luis Tudanca y otros como él, pueden reengancharse en 2050 para ejecutar el maravilloso plan con las propuestas que ha encargado Sánchez para una salida a medio y largo plazo a la crisis del coronavirus. Pobres de los españoles si los socialistas de la escasa ética y la desvergüenza continúan en 2050.

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